En una sociedad donde los cambios son crecientes es necesario hacer proyecciones de población. En México, éstas son realizadas por el Consejo Nacional de Población (CONAPO) con el fin de estimar el comportamiento futuro de los diferentes fenómenos demográficos y de esta manera planear la infraestructura en salud, educación y vivienda, principalmente.
En ese sentido, durante la tercera sesión del seminario Los grandes temas nacionales de salud, el tema abordado fue “De cara a los nuevos desafíos de la dinámica demográfica: envejecimiento, embarazo adolescente y movilidad poblacional”.
El doctor Luis Miguel Gutiérrez Robledo, director General del Instituto Nacional de Geriatría, trató sobre uno de los 10 primeros retos globales en salud, el envejecimiento. Si bien la esperanza de vida general ha presentado un aumento, en las edades avanzadas la ganancia de más años no siempre se da en las mejores condiciones, debido a la coexistencia de enfermedades crónicas degenerativas y los consecuentes incrementos en los costos, tanto para los adultos mayores como para las familias y el sistema de salud, indicó.
En cuanto al embarazo adolescente, el CONAPO estima que por cada mil se presentan 70.5 casos en mujeres de 15 a 19 años, cifras que ponen de manifiesto la necesidad de realizar acciones inmediatas. Para ello, en 2015 se creó la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) que consta de seis componentes: educación integral y flexible, oportunidades laborales apropiadas para la edad, entornos habilitantes, servicios de salud amigables, educación integral en sexualidad, y prevención y atención a la violencia sexual.
“Lo ideal es que los adolescentes pasen adecuadamente por una etapa académica, pensando en un proyecto de vida y preparándose para tener un mayor desarrollo; de modo que la implementación de tácticas coordinadas por la Secretaría de Gobernación son fundamentales”, consideró la maestra Eloina Meneses Mendoza, directora de Estudios Sociodemográficos del CONAPO.
Al referirse a los mexicanos que viven en el exterior, repatriados y migrantes centroamericanos, la licenciada Hilda Dávila Chávez, quien hasta noviembre de 2018 fungió como directora General de Relaciones Internacionales de la Secretaría de Salud, resaltó que la Organización de las Naciones Unidas (ONU) considera a la migración como un determinante social de la salud que puede generar riesgos al desencadenar interrupción en los cuidados y tratamientos de la persona, estrés por la discriminación, separación familiar y cambios en los estilos de vida.
“Se han identificado grupos prioritarios: niños, jóvenes, mujeres, adultos mayores, migrantes de retorno y de tránsito y la población desplazada, para quienes debe trabajarse con esfuerzo por crear oportunidades y condiciones óptimas”, agregó la doctora María de la Cruz Muradás Troitiño, directora General de Estudios Sociodemográficos y Prospectiva del CONAPO, durante el evento realizado en el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza”.
Mariluz Morales