Durante el seminario “Grandes temas nacionales de la salud”, organizado por el Centro de Investigaciones en Políticas, Poblaciones y Salud (CIPPS) de la Facultad de Medicina, se analizó la relación intrínseca entre desigualdad social y el sistema de salud.
La falta de acceso efectivo al cuidado de la salud es tanto una causa como una consecuencia de la pobreza. Por tanto, la enfermedad tiene un efecto negativo en la economía familiar, en la capacidad de aprendizaje de niños y jóvenes, en la productividad y la calidad de vida, consideró el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la Facultad de Medicina de la UNAM.Por ello, resaltó la importancia de tomar acción en este tema, pues el hecho de que la población del país tenga protección a la salud, representa una vía para salir de la pobreza, porque aumenta el capital humano y social a través de la productividad.
A su vez, el maestro Octavio Heredia Hernández, director General Adjunto de Encuestas Sociodemográficas y Registros Administrativos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, señaló que, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2016 y 2018, del total del gasto familiar se destina el equivalente al 2.6 por ciento del Producto Interno Bruto en el área de salud. Indicó que el gran volumen de los gastos médicos se lo llevan las consultas externas y la automedicación. Sin embargo, algunos datos de salud muestran la magnitud del gasto: el 10 por ciento de las personas que ganan menos en México, ingresan a sus hogares en promedio 9 mil pesos trimestrales; “tan sólo el gasto de servicios médicos de un parto es de esa misma cantidad”, mencionó.
Por su parte, el maestro Ricardo Aparicio Jiménez, director General Adjunto de Análisis de la Pobreza en el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, advirtió que instituciones como el INEGI y el CONEVAL no sólo tienen el papel de informar, sino también visibilizar la desigualdad social.“Necesitamos medir la pobreza, pero ir más allá de los indicadores económicos y ver acciones de accesibilidad, de disponibilidad y de calidad. Desde el Estado tenemos que monitorear el acceso a los servicios y el cumplimiento de los derechos sociales. Ese es el compromiso que tenemos con la sociedad mexicana”, enfatizó.
Finalmente, el doctor Gustavo Olaiz Fernández, coordinador del CIPPS, expresó que se cuenta con bastantes datos sobre la magnitud y las causas de las desigualdades, mismos que son esenciales para implementar políticas públicas eficientes destinadas a combatirlas. Aunado a ello, “es también una tarea relevante medir los efectos de dichas políticas a fin de mejorarlas”, afirmó.
En promedio, la gente gasta 11 mil 252 pesos al trimestre, entre alimentos, bebidas y tabaco; y tan sólo 838 pesos en cuidados de la salud.
Eric Ramírez