“El cuidado de nuestro cuerpo es tarea fundamental, al ser éste el medio para efectuar todas las actividades en la vida diaria, sin embargo, en la sociedad actual aún se preservan prejuicios que hacen que zonas que son tan importantes como otras, pero que están relacionadas con la salud y placer sexual, no se cuiden adecuadamente”, consideró Alain Pinzón Ayala, director de la Unidad de Educación y Alfabetización en Derechos Humanos de Isonomía, AC.

En la sesión del Seminario Permanente de Género y Salud, organizado por el Departamento de Salud Pública (DSP), se abordó la salud sexual masculina y cómo ésta, en ocasiones, se manifiesta de forma equívoca al acudir al médico, por ejemplo con el urólogo, ya que la vergüenza, estigmatización o machismo se colocan como barreras.

En una revisión del uso del condón en México se encontró que el 95 por ciento de hombres que tenían sexo con hombres no lo empleaban, situación que cambio para 2017 con un porcentaje de desuso del 35 al 40
por ciento.

“Es necesario que todos los hombres exterioricen, independientemente de su orientación sexual, si es que presentan alguna alteración de la zona genital, ya que de no hacerlo estamos generando problemas de salud tan grandes como el cáncer de próstata o el papiloma anal”, advirtió el también miembro del Consejo Ciudadano para VIH e ITS de la Ciudad de México.

La Salud Pública en su intervención toma muchos caminos, uno de ellos es la prevención de la infección por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) en la población de hombres que tienen sexo con hombres (HSH), en el que se encuentran homosexuales y bisexuales. El doctor Juan Carlos Mendoza Pérez, profesor de asignatura en el DSP de la Facultad, realizó una investigación al respecto para encontrar los determinantes que aumentaban el riesgo de contraer el virus, hallando a las vivencias homofóbicas como uno de los primordiales.

Además, “los principales motivos por los que los HSH no utilizaron condón en la última relación sexual fueron: tener una pareja estable, no planeación del encuentro sexual y desagrado por el uso del condón. Por tanto, la prevención debe enfocarse en aspectos biomédicos, comportamentales y estructurales, así como en el reforzamiento de las estrategias del uso del condón; aceptar que habrá personas que desafortunadamente nunca lo utilizarán pero ofrecerles alternativas como la provisión de lubricantes y la profilaxis pre exposición (aún en estudio) para aminorar riesgos. Además, implementar la educación sexual en todo el curso de la vida”, expresó el doctor Mendoza Pérez.

Mariluz Morales