Nuestra rutina cambió y con ella los hábitos que rodean a nuestra cotidianidad, vivimos un desajuste de horarios, y ante esta situación surgen preguntas como ¿qué podemos hacer para mejorar nuestros hábitos dentro de casa y darle a nuestra vida una rutina más saludable?

Al respecto, el doctor Manuel Ángeles Castellanos, jefe del Departamento de Anatomía de la Facultad de Medicina de la UNAM, explicó que en ciertos grupos de la población ya se han descrito alteraciones fisiológicas secundarias al encierro. “El síndrome de la cuarentena es un fenómeno que ha sido estudiado en jóvenes, principalmente en Japón, donde es llamado hikikomori, que significa apartarse o estar recluido; esta actividad consiste en encerrarse en sus habitaciones para jugar videojuegos, ver películas o series, es decir, se aíslan totalmente de las señales sociales a las que generalmente los seres humanos están habituados”, indicó.

El también investigador mencionó que la cuarentena no sólo está asociada al hecho de estar aislado, sino que además participan factores biológicos, familiares y sociales. “En el aspecto biológico, se trata de un problema propiamente del contagio de la enfermedad (COVID-19); en el aspecto familiar, la situación es difícil, secundaria al encierro con otros integrantes de la familia, y en adición a estos factores, existen casos como el de las familias extendidas, donde viven varias en una sola casa y surgen disgustos o peleas, lo que lleva a un proceso de desgaste y de estrés”, recalcó.

Hablando del factor social, resaltó el cambio que ha representado para muchos el trabajar en línea desde casa, aunado, en muchos casos, a la actividad escolar que realizan los niños también a distancia y a quienes se debe ayudar, provocando la saturación de actividades diarias, o en algunas familias el cuidado de adultos mayores.

“Otro punto importante es el tipo de noticias al que se tiene acceso, la mayoría con fuentes de información sin verificar o manipuladas que producen la repetición de eventos falsos que generan estrés”, resaltó.

Al hablar de las personas que despiertan durante la madrugada y tienen dificultad para conciliar el sueño nuevamente, recomendó no mantenerse en la cama dando vueltas, sino salirse de ella y buscar una actividad relajante, al día siguiente no dormir durante el día y al llegar la noche dormir de seis a ocho horas.

Para mejorar la organización temporal de nuestras actividades como los horarios de sueño, el doctor Ángeles Castellanos sugirió algunas recomendaciones: 1) horarios fijos de alimentación, tomando en cuenta que el alimento más importante es el desayuno; 2) establecer horarios específicos para dormir y despertar; 3) realizar una rutina de ejercicio diaria de ser posible a la misma hora, con una duración de más de 30 minutos que incluya a toda la familia, y finalmente debemos entender que esta situación va a pasar.

Por lo tanto, “mantener un estado de salud mental en nuestro ámbito familiar y continuar siguiendo las recomendaciones de los responsables del sector salud son los consejos más importantes”, concluyó.

Victor Rubio