Los cuidados paliativos son la asistencia activa, holística, de personas de todas las edades con sufrimiento grave relacionado con la salud debido a una enfermedad severa, y especialmente de quienes están cerca del final de la vida. Su objetivo es mejorar la calidad de vida de los pacientes, sus familias y sus cuidadores.

Para hablar del tema, en el marco del “Día Mundial del Hospicio y los Cuidados Paliativos”, el Grupo de trabajo “Calidad al final de la vida” del Seminario de Estudios sobre la Globalidad, organizó el webinar “Cuidados Paliativos: es mi cuidado, mi bienestar”, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina y moderado por la doctora Nayely Vianey Salazar Trujillo, coordinadora de dicho Grupo.

La doctora María Elena Medina-Mora Icaza, jefa del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina, abrió el evento, en donde resaltó la importancia de este tema en el contexto actual de la pandemia y felicitó a los organizadores.

“La idea de hacer estos seminarios ha sido el de difundir la razón por la cual estos servicios de cuidados paliativos deben ser tomados en cuenta como una actividad esencial; poner ejemplos de los avances en el tema y los logros; tener una perspectiva mucho más amplia de lo que significa la vida, el final de ésta y la preparación, no solamente para la persona que enferma, también para la familia y el médico que la atiende”, destacó la doctora Medina-Mora Icaza.

En tanto, la doctora Luz Adriana Templos Esteban, jefa de la División de Cuidados Paliativos de la Clínica del Dolor del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, mencionó que, a nivel mundial, cada año 40 millones de personas necesitan cuidados paliativos, de éstos, el 86 por ciento no recibe la atención, el 83 por ciento no tiene acceso a medicamentos conocidos como “alivio de dolor”, y el 98 por ciento de los niños que necesitan cuidados viven en países de ingresos bajos y medianos.

“¿Cuáles son nuestras barreras por romper? Nos estamos enfrentando a la falta de educación en cuidados paliativos, son pocos los países en América Latina que tienen leyes en este ámbito; nuestro país es uno de los que tiene una ley mejor estructurada e incluso sirve de ejemplo para otras naciones”, indicó la doctora Templos Esteban.

Asimismo, hizo un llamado a las escuelas de medicina a incluir en sus planes curriculares materias de cuidados paliativos, pues actualmente menos del 15 por ciento de los médicos que ejercen en México tienen preparación en el área.

El doctor Nicolás Ivan Martínez López, investigador clínico en Psiquiatría Forense en el Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, enfocó su plática en advertir sobre los estigmas que sufren los pacientes con alguna enfermedad mental o abuso de sustancias, al ser considerados peligrosos y, por tanto, no reciben la atención médica que necesitan.

“Las personas que padecen o tienen algún trastorno mental, es decir, con discapacidad psicosocial, se ven envueltas en una serie de violaciones sistemáticas a lo largo de su vida. Se les violenta en la toma de decisiones en su vida cotidiana”, explicó el doctor Martínez López.

Por ello, recordó la Declaración de la Asociación Médica Mundial sobre las situaciones éticas de pacientes con enfermedades mentales, donde se afirma que, si no existe el fallo legal de incapacitación, los pacientes psiquiátricos deben ser tratados como si fueran capacitados legalmente.

En su oportunidad, la doctora Beatriz Elena Dorsey Rivera, colaboradora del Programa de Voluntades Anticipadas del Estado de México, se refirió al primer nivel de atención como clave, pues la cercanía entre el médico y sus pacientes ayuda a brindar una atención más personalizada.

“La compasión es el corazón de la medicina, lo que nos vuelve más humanos, nos hace tener esta relación uno a uno con el paciente, entenderlo por quién es, porque recordemos que cuando vemos a un paciente con una enfermedad amenazante para su vida, estamos viéndolo como es hoy y debemos tomar en cuenta quién era antes”, resaltó la doctora Dorsey Rivera.

Además, enfatizó que sentir compasión no es lo mismo que sentir pena, sino empatía acompañada de la necesidad de aliviar el dolor y el sufrimiento ajeno, lo cual resulta indispensable para la medicina paliativa.

Por su parte, la doctora Irma Alejandra Coronado Zarco, subdirectora de Neonatología en el Instituto Nacional de Perinatología “Isidro Espinosa de los Reyes”, habló sobre el cuidado paliativo perinatal, el cual se define como el cuidado activo durante el embarazo, el parto y la sala de neonatología. Éste comienza cuando se diagnostica una enfermedad que amenaza o limita la vida del feto y continúa independientemente de que el niño reciba un tratamiento orientado hacia la curación.

“La calidad de vida neonatal la construimos nosotros. El personal de salud debe de cuidar el dolor, estudiar y conocer su conducta, cuidar la piel, vigilar el sueño, la alimentación, que no tengan falta de aire o disnea, controlar el estrés ambiental y cuidar la invasividad”, detalló la doctora Coronado Zarco.

Igualmente, recomendó a los médicos entender que el duelo perinatal es el más complejo de resolver, pues, de acuerdo con los científicos, puede durar hasta 10 años, debido a la complejidad del proceso, las circunstancias de la familia y la forma en que la sociedad ve a una mujer que no tiene hijos.

Para cerrar el evento, el doctor Juan Pablo Mejía, colaborador del Seminario de Estudios de la Globalidad y quien actualmente se encuentra en Chiapas, abordó el tema de cuidados paliativos y soporte en comunidades, mediante su experiencia en el área.

Este tema lo apasionó desde su cuarto año en la Licenciatura de Médico Cirujano en la Facultad de Medicina, lo cual lo llevó a integrarse al programa “Compañeros en Salud”, en donde ha tenido una notable participación. Él y su grupo, desde 2019, han atendido a 80 pacientes con necesidades paliativas y 35 pacientes con atención al final de su vida; además, han formado a 25 médicos pasantes, organizado talleres para los familiares de los pacientes y asesorado a cuidadoras locales.

“Queremos seguir difundiendo los cuidados paliativos, que se formen más profesionales de la salud y también involucrar a las personas de las comunidades, que sean parte de esto, darles herramientas e información para que puedan hacerlo ellos mismos”, concluyó el doctor Mejía.

Eric Ramírez