La discapacidad como concepto y percepción social ha ido evolucionando a lo largo de la historia, actualmente se han elaborado leyes que garantizan la igualdad de condiciones y oportunidades en este grupo poblacional.

El concepto de discapacidad se ha basado en tres modelos: el de la prescindencia, donde se asumía que la discapacidad era castigo divino; el rehabilitador, donde se le atribuían causas fisiológicas que requerían atención médica y rehabilitación; y el social, que consideró que era una construcción resultado de barreras y restricciones”, explicó la maestra Aura Ibett Gutiérrez Zárate, directora de Desarrollo Sostenible y Derechos Sociales de las Mujeres en el INMUJERES, durante el Seminario Permanente de Género y Salud, transmitido por Facebook Live de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Recordó que en 2006 se creó la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad, definiéndolas como la población con deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, impiden su participación en la sociedad. “Esta Convención da a los Estados la obligación de eliminar las barreras físicas, ambientales e ideológicas, a fin de garantizar la dignidad e igualdad de los derechos de todas las personas con discapacidad”, señaló la especialista.

Según los resultados de la ENADID 2018, en México existen 7.8 millones de personas con discapacidad, de ellas el 45.9 por ciento son hombres y 54.1 son mujeres, quienes enfrentan mayor desigualdad y tienen menos probabilidades de asistir a la escuela, recibir formación profesional y encontrar empleo. En el ámbito sexual, las mujeres enfrentan una discriminación al ser etiquetadas como incapaces, patológicas, infantiles, asexuadas o hipersexuadas, y son más propensas a la violencia sexual.

“Hablar de derechos sexuales y reproductivos en esta población es importante, ya que esta desigualdad derivada del género y la discapacidad ha puesto a las mujeres en desventaja; asimismo, existen violaciones a sus derechos humanos por la manera en que se ha construido la discapacidad”, apuntó la maestra Gutiérrez Zárate.

En 2017 se empezó a elaborar la Cartilla de los Derechos Sexuales y Reproductivos de las Personas con Discapacidad con el objetivo de tener un fundamento jurídico y garantizar su cumplimiento.

La cartilla tiene dos versiones, una sintetizada que contiene 13 derechos (disponible en https://bit.ly/3qlHdQZ) y otra extensa que incorpora su fundamento jurídico. Existen también versiones en sistema Braille que se distribuyeron a organizaciones que trabajan con personas que tienen discapacidad visual. Entre algunos de los derechos que incluye, están el poder establecer relaciones afectivas y sexuales, el ejercicio de la maternidad, la paternidad, la adopción y la reproducción asistida, así como el respeto de la intimidad y la privacidad sexual.

Finalmente, la maestra Gutiérrez Zárate señaló la importancia de diseñar políticas que consideren las necesidades de las personas con discapacidad, realizar ajustes razonables en las instituciones que brindan atención a estas personas para garantizar el goce de sus derechos y promover que la información esté en formatos accesibles.

Axel Torres