El triage, o protocolo de intervención, es un método de selección y clasificación de pacientes, empleado en la enfermería, la medicina de emergencias y de desastres. Este protocolo ha servido a la Unidad Temporal COVID-19 en el Centro Citibanamex para ingresar y tratar a los pacientes que lo necesiten.
“A partir de que la pandemia aumentó el número de casos y que ya no era suficiente con trasladar pacientes de otros hospitales, lo que marcaron las autoridades fue sacar médicos al triage en diferentes puntos de la Ciudad de México”, apuntó la médica pasante Daniela Castro Ortega, quien trabaja en esa área en la Unidad Temporal.
En total son seis centros de triage localizados en Hospital Rubén Leñero, Jurisdicción Sanitaria de Tláhuac, Hospital General “Dr. Enrique Cabrera”, Centro de Salud “Dr. José Castro Villagrana”, Central de Abasto y Xochimilco. Su tarea es dar pláticas, explicar lo que hacen en el Centro Citibanamex, recalcar que es atención gratuita, informar los criterios y requisitos, revisarlos y, en caso de requerirlo, trasladar a los pacientes.
Daniela Castro pertenece al centro que está localizado en la Central de Abasto, y reconoce que algo que le impactó fue que la gente contagiada regularmente es aquella que tiene que salir por necesidad. “Creo que el ver tantos pacientes en la misma situación nos hace abrir los ojos de que no solamente es cuestión de quererse cuidar, sino también la situación económica, los determinantes sociales y la realidad que enfrentan muchos en el país’’.
Asimismo, indicó que todos los centros de triage canalizan entre 40 y 50 pacientes a la Unidad por día; tan sólo en la Central de Abasto se revisan entre 15 y 25 personas al día y se refieren a 7, en promedio.
La médica pasante recordó que cuando se enteró de la convocatoria para esta Unidad y cuál era el objetivo, sintió una necesidad y responsabilidad de ayudar en esta crisis sanitaria.
En cuanto a la parte de conocimientos, consideró que, a pesar de enfrentarse a un nuevo virus, fue muy buena la capacitación que recibieron por parte de especialistas e infectólogos sobre lo que se sabía de la enfermedad y el tratamiento.
Finalmente, consideró una opción muy viable hacer una maestría en Salud Pública, mientras tanto pronto iniciará la especialidad en Urgencias. “Si de algo nos dimos cuenta es de la importancia de pensar en la población completa, sus determinantes sociales y no sólo el factor biológico. Ser el primer contacto me ha permitido ver que muchas veces es aquí donde se detienen las complicaciones, este nivel hace la diferencia”, aseguró.
Eric Ramírez