En medio de la incertidumbre, la ignorancia, el miedo y las ganas de hacer algo trascendente para ayudar en esta contingencia, llegamos a la Unidad Temporal COVID-19 en el Centro Citibanamex como nutriólogas voluntarias.

El objetivo de nuestra incorporación en la UTC-19 era ayudar a la creación de protocolos de atención nutricia que pudiera realizar el servicio médico, ya que nos dimos cuenta que hacían falta nutriólogos que formaran parte del equipo interprofesional en la atención del paciente con COVID-19, principalmente en las áreas críticas.

Dentro de las actividades una de las que más disfrutamos hacer es dar el alta a los pacientes; esto nos ha permitido ver cómo atraviesan por las etapas del cambio y, con ello, buscar una estrategia que sea adecuada para educarlos y empoderarlos sobre las enfermedades con las que viven, pero, sobre todo, ayudarlos a que puedan tener un buen autocuidado de las mismas.

La incorporación del servicio de nutrición dentro del área de hospitalización no fue sencilla; las intervenciones nutricias en las áreas críticas fueron uno de los retos más difíciles que tuvimos, pero también de los más importantes. La buena aceptación y coordinación de las mismas en las áreas críticas se lo debemos a la MNC Sathia González, quien desde el inicio demostró que siempre estarán basadas en evidencia científica y que la participación del nutriólogo en el equipo interprofesional resultará en la disminución de la desnutrición, morbimortalidad e infecciones, así como en la mejor recuperación de los pacientes.

Actualmente las intervenciones nutricias han sido aceptadas en las áreas más críticas, como la Unidad de Cuidados Intensivos y la terapia post-intensiva, donde la nutrición tiene un mayor impacto.

Nuestro trabajo en la UTC-19 nos ha demostrado que las epidemias de enfermedades crónicas no transmisibles prevalecen y son de origen multifactorial, por lo tanto, se deben tratar desde esta perspectiva. Por esta razón, se debe empezar a considerar a otros profesionales de la salud en los equipos interprofesionales, en todos los niveles de atención, para combatir las enfermedades crónicas, agudas y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.

Cada paciente es un mundo y, por tanto, debe ser atendido de manera integral, y no hay mejor forma de hacerlo que con un sistema interprofesional. Como una paciente nos dijo “es nuestro momento de dejar una semilla y hacer que crezca un bosque”, y así vamos, un paciente a la vez.

LN Fernanda Quintero Leyra y LN Fernanda Assad Kur