La fibrilación auricular (FA) tiene una prevalencia mundial del 1 al 2 por ciento; sin embargo, en los últimos 50 años los casos se han triplicado hasta alcanzar a 33 millones de personas afectadas. “La FA se asocia a un incremento en el riesgo de eventos cardiovasculares mayores, particularmente infarto del miocardio, evento vascular cerebral y la falla cardiaca. Además, existen consecuencias a largo plazo como la demencia o deterioro cognitivo, la enfermedad renal crónica y, en última instancia, la muerte”, advirtió el doctor Luis Antonio Moreno Ruiz, Académico en el Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Durante el ciclo de conferencias “Fronteras en Farmacología”, realizado a través de la plataforma Zoom, el experto resaltó que existen diversas variables a tomar en cuenta a la hora de tratar esta enfermedad, como la edad, la historia clínica, otras comorbilidades y la alimentación. Es muy importante la estratificación del riesgo trombótico y hemorrágico, por ejemplo, aquellos que tienen un alto riesgo trombótico con un CHA2DS2 Vasc arriba de dos puntos, deben recibir el tratamiento anticoagulante.

“Todas estas variables vuelven a la medicina un arte, por ejemplo, en el caso de los cumarínicos deben tenerse en cuenta las interacciones del fármaco con los alimentos y otros medicamentos. En fin, nos hace tocar las fibras sensibles del corazón para evitar las complicaciones graves en los pacientes”, indicó.

Asimismo, diversos estudios, analizados por el especialista, mostraron que el rivaroxabán, el dabigatrán, el apixabán y el edoxabán son algunos de los anticoagulantes directos que mayor efectividad tienen contra esta enfermedad, siempre y cuando el médico encuentre cuál es el más adecuado para el perfil de su enfermo.

Otro reto está en brindar la cantidad precisa del medicamento, pues dar una dosis inadecuada (subdosificación) incrementa el riesgo de eventos isquémicos hasta 9.3 veces, eventos vasculares cerebrales hasta 3.9 veces más, isquémicos transitorios hasta 1.3 veces más, eventos hemorrágicos hasta 13 veces más y muerte hasta 4.3 veces más.

El doctor Moreno Ruiz refirió que su investigación “Left atrial longitudinal strain by speckle tracking as independent predictor of recurrence after electrical cardioversión in persistent and long standing persistent non-valvular atrial fibrillation” muestra cómo una persona, a través de un predictor ecocardiográfico, podría beneficiarse de la cardioversión eléctrica electiva, que es un procedimiento controlado y seguro que puede realizarse en un hospital.

“Debemos de incrementar los porcentajes bajos que tenemos de sujetos con fibrilación auricular que reciben anticoagulación y disminuir o eliminar aquellos que no reciben nada o los que simplemente reciben antiagregantes. Asimismo, existe evidencia sólida del perfil de beneficio clínico neto, es decir, la combinación del punto de eficacia y de seguridad del anticoagulante oral directo por sobre la warfarina para FA”, concluyó el doctor Moreno Ruiz.

Eric Ramírez