El 16 de marzo, el Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias “Ismael Cosío Villegas” (INER) cumplió 85 años de labores, durante este tiempo ha brindado atención de la más alta calidad para tratar las enfermedades que afectan al aparato respiratorio; su compromiso de servir a la población mexicana ha sido reafirmado al ser piedra angular en la atención de pacientes en estado crítico por COVID-19.

Fue en 1936 cuando se inauguró el Sanatorio para Enfermos Tuberculosos de Huipulco. Después de cambiar de nombre en un par de ocasiones, el presidente José López Portillo otorgó al Instituto su nombre actual y, junto con ello, la autonomía y descentralización bajo la coordinación de la Secretaría de Salud.

El INER, referente importante en el cuidado de la salud, desarrolla actividades de investigación, docencia, formación de personal, y atención médico-quirúrgica y de alta especialidad, enfocada a la medicina respiratoria, abarcando tanto enfermedades de vías respiratorias superiores como inferiores. Como parte de los padecimientos que se atienden se encuentran principalmente los de origen infeccioso, entre los que destaca la tuberculosis, que se mantiene latente dentro de la problemática de salud pública; particularmente, se tratan los casos de larga evolución y multirresistentes; con frecuencia también atienden a personas con neumonía por diferentes microorganismos; desde hace más de una década la influenza es un problema de salud relevante y en la actualidad la COVID-19. Por otra parte, las enfermedades crónicas degenerativas del aparato respiratorio ocupan los primeros lugares de atención ambulatoria y hospitalaria.

El principal grupo de atención es la población que no es derechohabiente de alguna de las instituciones de salud, sectores desprotegidos, personas de escasos recursos económicos, pacientes sin seguridad social que provienen de diferentes zonas del país, casos complicados o con patologías complejas y graves que requieren de una alta especialidad para su tratamiento. La función del Instituto ha sido proporcionarles a estos pacientes atención médico-quirúrgica de la más alta calidad a través de especialistas ampliamente capacitados y de manera protocolizada, asegurando la calidad y seguridad.

“Contribuimos a la recuperación de la salud y la mejora de muchos de los pacientes que, en otras condiciones, de no haber tenido acceso a este nivel de atención, probablemente su salud estaría más afectada”, afirmó el doctor Jorge Salas Hernández, Director General del INER.

En cuanto a la investigación, el INER desarrolla proyectos sobre tuberculosis, trastornos respiratorios del dormir, cáncer, fibrosis pulmonar, enfermedades inmunológicas, y temas como el impacto de la contaminación en el aparato respiratorio. Estos proyectos se verán favorecidos con la reciente inauguración de una nueva torre de investigación de seis niveles dentro del Instituto. En materia de educación, ha expandido sus actividades hasta llegar a ser sede universitaria de especialidades como neumología, neumología pediátrica, otorrinolaringología y cirugía de cabeza y cuello, cirugía de tórax, alergia e inmunología. Además, ofrece más de 20 cursos de alta especialidad para aquellos que deciden un entrenamiento en un campo más específico. El INER también es sede del programa de maestría y doctorado reconocido por la UNAM, y sede de la Licenciatura en Enfermería con aval de la ENEO.

“Quienes tengan enfermedades respiratorias graves, complicadas o difíciles de diagnosticar, recuerden que cuentan con el INER, al igual que los jóvenes estudiantes con interés en formarse y en hacer investigación. Quienes lo integramos estamos muy orgullosos y así queremos que se sienta todo el país de nosotros”.

Dr. Jorge Salas Hernández

Los retos actuales que enfrenta el INER

A raíz de la pandemia, sus esfuerzos se han centrado en el manejo médico de pacientes con cuadros de insuficiencia respiratoria grave y neumonía causados por el virus SARS-CoV-2; con este fin, la plantilla que labora en el Instituto se ha incrementado de 2 mil 400 a 4 mil personas, integrada por médicos, personal de enfermería, personal de apoyo a la salud, técnicos de diferentes áreas, camilleros y personal administrativo.

Al ser un hospital exclusivamente COVID se ha dedicado durante 12 meses a la atención de personas con esta enfermedad, teniendo un promedio de más de 100 pacientes atendidos con ventilación mecánica de manera simultánea en el área de terapia intensiva y hospitalización, llegando en ocasiones hasta los 170. A los pacientes que acuden con un cuadro respiratorio agudo, se valoran, se les hacen pruebas y se diagnostican; en caso de no requerir ser intubados y conectados a algún ventilador mecánico, son referidos a otros hospitales.

En promedio, anualmente, el Instituto atiende entre 5 mil y 6 mil pacientes en consulta externa, y 2 mil pacientes en áreas de hospitalización, sin embargo, debido a la pandemia en este año ha atendido a más de 5 mil pacientes de forma ambulatoria y 2 mil 500 en el área de hospitalización, todo esto de manera gratuita, indicó el doctor Salas Hernández al asegurar que “el compromiso del INER es mantener los estándares de calidad de atención en salud y formar cada vez más y mejores profesionales, médicos, enfermeras e investigadores”.

*Fotografías cortesía del INER

Lili Wences y Ricardo Ambrosio