La adiposidad es una enfermedad caracterizada por exceso de grasa corporal que causa inflamación crónica y puede tener complicaciones a nivel de múltiples órganos. En México el 35 por ciento de los escolares y el 38 por ciento de los adolescentes tienen esta enfermedad.

Este padecimiento se puede identificar mediante las gráficas de la CDC y la OMS utilizando la edad y el índice de masa corporal de los niños, un valor de IMC por encima del percentil 85 indica sobrepeso y por arriba del percentil 95 indica obesidad. Otra forma de saber si hay riesgo cardiovascular es obtener un valor mayor a 0.5 en el índice cintura/estatura.

“Hay personas que creen erróneamente que el sobrepeso es un sinónimo de buena salud, sobre todo en los niños, estas barreras impiden que tengamos mejores logros para que nuestros niños dejen de padecer este problema”, consideró la doctora Ana Lilia Rodríguez Ventura, Académica del Departamento de Embriología y Genética de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Durante el webinar “Estrategias efectivas para combatir la obesidad infantil”, transmitido por Facebook Live de la
Facultad, la especialista explicó que la pandemia de obesidad y sobrepeso a nivel mundial tiene un origen multifactorial, donde influyen fuertemente los hábitos, entre ellos omitir el desayuno u otras comidas, largos ayunos, bajo consumo de agua, comer fuera de casa y falta de actividad física.

Por otra parte, destacó que la solución radica en disminuir el consumo de carnes rojas, bebidas azucaradas, pan, huevo, alimentos con jarabe de maíz de alta fructuosa y embutidos. En una alimentación balanceada la mitad del plato debe corresponder a verduras y frutas, un cuarto a proteínas como carne magra, pescado, tofu o leguminosas, el cuarto restante es para carbohidratos y cereales como arroz integral o pasta de trigo.

Otras medidas saludables en los niños son procurar un tiempo correcto y buena calidad del sueño durmiendo no después de las 10 de la noche; establecer horarios de comida, siendo preferible comer antes de las tres de la tarde y cenar antes de las ocho de la noche; evitar que los niños estén expuestos a pantallas más de 1.5 horas al día y hacer al menos cinco horas por semana de actividad física.

La doctora Rodríguez Ventura se refirió al programa “Sacbe”, el cual incluye recomendaciones y estrategias como evitar tener productos procesados en la despensa, involucrar a la familia en la preparación de alimentos y preguntar a los niños qué verduras les gustan para prepararlas de forma creativa.

Los niños y adolescentes de ocho a 18 años con adiposidad o diabetes pueden participar de manera gratuita en este programa que busca mejorar la alimentación y la calidad de vida a través de talleres impartidos a los niños y sus familiares, además de darles seguimiento de forma virtual. Si deseas obtener más información del programa puedes escribir al correo: sacbenutricion@gmail.com.

Ricardo Ambrosio