Del 12 de julio al 7 de octubre, Emilio Ruiz Alanis, egresado de la primera generación de la Licenciatura en Neurociencias, realizará una estancia de investigación en la Universidad de Quebec en Trois-Rivières, Canadá, donde tendrá la oportunidad de colaborar en un proyecto sobre la relación entre el sistema olfativo y el sistema trigeminal, utilizando electroencefalografía.

Fue a través de la Convocatoria de Becas UNAM-DGECI Iniciación a la Investigación como obtuvo la beca que apoyará su estancia. Para esto necesitó la carta de invitación del investigador Johannes Frasnelli, a quien eligió luego de que leyera un artículo sobre el entrenamiento olfativo y del cual es uno de los autores. Este investigador trabaja el olfato en humanos desde una perspectiva cognitiva, así como el gusto y la integración multisensorial.

Emilio recordó que para la realización de su tesis eligió el olfato como tema, pues piensa que es un sentido bastante subestimado en las culturas occidentales, pese a que se ha comprobado que el olfato de los seres humanos es tan bueno como el de otros mamíferos.

Respecto a su estancia consideró que “será una gran experiencia tanto en la parte de investigación como en la parte lingüística que no puedo desaprovechar. Me siento muy contento por tener esta oportunidad de hacer investigación de primer nivel en otro país y que me hayan aceptado”, comentó al expresar su agradecimiento con la Facultad de Medicina de la UNAM por la oportunidad que le dio para formarse como neurocientífico y por el apoyo que tuvo por parte de la Unidad de Movilidad Académica y Vinculación Interinstitucional y la Coordinación de la Licenciatura para ir a Canadá.

Asimismo, recordó que ingresó a Neurociencias por el estudio interdisciplinario del lenguaje, pues quería investigar el trasfondo biológico de cómo funciona el cerebro, así como el lenguaje en éste, ya que le sorprende cómo la lengua fue evolucionando, tanto biológica como históricamente, por ejemplo, desde el latín a las lenguas romances, y cómo el mundo grecolatino ha legado gran parte del léxico científico.

“Me interesa el cerebro porque hay muchas cosas que aún no conocemos de él; las diferentes áreas cerebrales trabajan en conjunto para dar como resultado funciones como la atención, la percepción o la memoria, y estas funciones a su vez interactúan entre sí para darnos la experiencia humana. Y me gusta especialmente porque podemos ver cómo tanto la parte biológica como la social-cultural son fundamentales para entender el cerebro, y lo podemos ver perfectamente en funciones como el lenguaje, que tienen un fundamento biológico, pero su expresión depende de factores históricos y culturales”, detalló.

Finalmente, apuntó que después de regresar de Canadá le interesaría estudiar un posgrado en ciencias cognitivas o neurociencias para investigar la parte de percepción y lenguaje, la relación que tienen y cómo afectan uno a otro, porque al final la manera en la que habla el ser humano moldea su forma de pensar y de percibir el mundo, y así entender mucho mejor otras funciones cognitivas.

Ana Camila Pérez