La violencia laboral y docente es aquella que se ejerce por una persona que tiene un vínculo laboral, docente o análogo con la víctima, independientemente de la relación jerárquica, y consiste en un acto, una omisión o en abuso de poder que daña la salud, autoestima, integridad, libertad, seguridad de la víctima, e impide su desarrollo y atenta contra la igualdad.

Esta problemática ha llegado a afectar al personal de salud, pues sufre abusos, amenazas o ataques en circunstancias relacionadas con su trabajo. “Es un problema de salud pública en todos los países del mundo, principalmente en los que están en desarrollo, se estima que más del 50 por ciento del personal ha enfrentado abusos físicos y verbales por pacientes”, informó la doctora Beatriz Cerda De la O, adscrita a la Clínica de Género y Sexualidad del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”. En este sentido, explicó que la violencia también es ejercida por familiares de pacientes, docentes, compañeros, trabajadores hospitalarios, las propias instituciones, crimen organizado y a veces es autoinfligida.

Por otra parte, mencionó que es importante identificar conductas que representan manifestaciones de violencia sexual, algunas de ellas son realizar silbidos, señas obscenas con las manos, tener contacto físico sugestivo de naturaleza sexual sin consentimiento, exhibir fotos o videos de carácter sexual de la víctima, condicionar servicios o derechos a cambio de favores sexuales, entre otras.

En el Seminario Permanente de Género en Salud, transmitido por Facebook Live, en el marco del “Día Internacional de Eliminación de la Violencia contra la Mujer”, la especialista habló sobre el modelo ecológico, el cual se ha utilizado para describir las circunstancias en las que ocurren las situaciones de violencia, abarca factores del individuo y de los sistemas en los que interactúa y se desarrolla, en estos se encuentran la familia, amistades, la comunidad y la sociedad, quienes influyen en el establecimiento de modelos de género y la forma de pensar.

La doctora Cerda De la O informó que en el caso de México las agresiones aumentaron hacia los trabajadores de la salud durante la pandemia, especialmente hacia personal de Enfermería del sexo femenino.

Algunas consecuencias de la violencia hacia el personal médico son afectaciones en el estado de salud, menor productividad, ausentismo laboral, degradación del clima laboral e impacto negativo en el Sector Salud, por lo que es importante informar sobre esta problemática, identificar factores de riesgo, realizar intervenciones y promover programas para proteger a la comunidad y dar seguimiento a los casos de violencia.

“La violencia de género ocurre en los espacios universitarios, los ámbitos relacionados con la formación médica son susceptibles de ejercerla, sus efectos en la salud de las víctimas y la comunidad son graves, afectan no sólo a la comunidad médica sino a la sociedad, por este motivo la erradicación de la violencia de género requiere intervenciones a todos los niveles del modelo ecológico”, concluyó la experta.

Ricardo Ambrosio