José Carlos Barreras Maldonado, egresado de la Licenciatura en Neurociencias de la Facultad de Medicina de la UNAM, ganó un intercambio académico con la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina, gracias a la Beca de Iniciación a la Investigación 2021. Durante su estancia, del 24 de noviembre al 15 de febrero de 2022, se capacitará en el desarrollo de un proyecto de investigación que desarrollará como parte de su tesis.

El estudiante de la primera generación recordó la convocatoria en la que participó para conseguir su objetivo y destacó algunos puntos de importancia para completar el proceso, como el motivo de la beca o el listado de opciones en las que podía solicitar su movilidad, así como la necesidad de establecer conexión con algún investigador para su asesoramiento.

“En mi caso opté por ir a Argentina gracias a que mi tutor de tesis me puso en contacto con un amigo suyo, el doctor Eugenio Urdapilleta, quien aceptó y encajó perfectamente con mis avances y el tema que planeo abordar», comentó José Carlos al adelantar que planea adquirir herramientas computacionales para poder profundizar más en el campo de las particularidades que comprende el tema de su tesis.

De igual manera, mencionó que el tema de su interés es el de “Oscilaciones de campo local”, que trata de registrar de una forma la actividad del cerebro y establecer correlaciones, por lo que es necesario adquirir conocimientos sobre cómo registrar actividades cerebrales, el estudio del proceso y el registro subsecuente del estudio; por ello, la importancia de tener herramientas matemáticas y computacionales.

Describió esta oportunidad como “una experiencia muy enriquecedora», aunque resaltó la importancia que tiene para un estudiante en formación aprender desde su propio contexto: “Reconozco y agradezco esta oportunidad de poder salir del país, pero creo que también hay muchas cosas que podemos aprender de nuestro entorno inmediato».

Asimismo, habló de su emoción por vivir una nueva experiencia en la que no sólo espera aprender en el ámbito académico, sino también establecer un intercambio cultural con su país de destino. Además, expresó tener sentimientos encontrados, pues sintió nostalgia de dejar su lugar de origen por un tiempo. “Aunque tengo la esperanza de llevar una estancia agradable”, apuntó.

El alumno calificó como ameno el proceso de registro y orientación que la Máxima Casa de Estudios y la Facultad de Medicina le ofrecieron para poder completar satisfactoriamente todos los requerimientos de la beca: “Es muy bueno el trato, y el procedimiento se hizo muy fácil», aseguró.

Por otra parte, refirió su interés por seguir aprendiendo de su campo de estudio, con objetivos claros, como el de poder ingresar a un doctorado y dedicarse a la investigación: “Cuando estoy en la Facultad de Medicina y veo a las y los investigadores, sigo viendo niños curiosos debajo de sus batas. Niños que llegaron a ese punto porque seguramente se la vivían jugando en la tierra, preguntándose muchas cosas, por eso me identifico con ellos».

Finalmente, aconsejó a los estudiantes “moverse para poder llegar a estas oportunidades tan provechosas».

Jesús Alfredo Sosa