“El trasplante de un corazón de cerdo a un ser humano es un hito relacionado con el avance del tratamiento quirúrgico, pero no debe ser tomado como una solución, pues este hecho tiene implicaciones religiosas, económicas y bioéticas en relación con los animales y en la modificación del consentimiento informado, sin embargo, este logro motiva a continuar con la investigación que hay al respecto y vislumbrar la posibilidad de que este camino que se ha planteado varias décadas atrás se vuelva factible”, afirmó el doctor Rubén Argüero Sánchez, Jefe del Departamento de Cirugía de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Al referirse al trasplante de corazón de cerdo a humano que recientemente se realizó en el Centro Médico de la Universidad de Maryland, el especialista advirtió que al igual que en todo trasplante de otra especie diferente, debe ser tomado con prudencia, pues existe la posibilidad de rechazo: “Deben transcurrir no menos de 21 días, que es el tiempo en que ocurre el rechazo hiperagudo; el rechazo intermedio ocurre dentro de los primeros tres meses, cuando pasa este tiempo es probable que el trasplante pueda ser tolerado más de un año, si eso sucede, se puede considerar exitoso”.

El académico subrayó que la ventaja más importante de que este procedimiento resulte exitoso es que reduciría drásticamente las listas de espera y permitiría realizar un gran número de trasplantes, lo cual sería benéfico para quienes están esperando un donador potencial.

El doctor Argüero Sánchez recordó que, a la fecha, se han utilizado órganos y tejidos a partir del cerdo, se ha empleado el pericardio para la formación de válvulas, también se han usado la uretra con éxito e islotes del páncreas, esto debido a que es el animal más parecido al hombre, desde el punto de vista filogenético. También se han realizado trasplantes a partir de primates; se hizo un trasplante utilizando mandriles en 1984, pero duró solamente 21 días, también de otras especies, no obstante, todos han fracasado.

“El trasplante de corazón de cerdo es un sueño que data de hace más de tres décadas, en particular hace 25 años, cuando empezó a trabajar una compañía muy seria que estuvo relacionada en el 2003 con la oveja Dolly. Esta compañía es un ejemplo de orfebrería genética que se ha dedicado a tener cerdos en un bioterio muy controlado parecido a una cápsula de cristal, en el que los ejemplares se mantienen libres de bacterias, virus y patógenos específicos y a los que además se les induce de manera genética para que sus órganos sean tolerados por otro huésped, en este caso humanos”, apuntó al señalar que gracias a la investigación de esta compañía fue posible que la Universidad de Maryland haya realizado este trasplante.

«El trasplante es el procedimiento que se realiza cuando alguno de los órganos del cuerpo ha fallado de forma irreversible y no existe ninguna otra posibilidad médica o quirúrgica de repararlo. Hay trasplantes homólogos, es decir, entre organismos de la misma especie, y xeno trasplantes, que son entre especies diferentes.»

Ricardo Ambrosio y Lili Wences