En el marco del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro (28 de septiembre), el Programa de Estudios de Género en Salud de la Facultad de Medicina de la UNAM transmitió la película Invisible, la cual narra la historia de Eli, una adolescente de 17 años, quien al enterarse que está embarazada se empeña en mantener su rutina como si nada ocurriera, pero por dentro tiene miedo, está angustiada y sabe que cualquier decisión que tome no tiene vuelta atrás.

Esta película se centra en un país y en un momento histórico en el que no estaba legalizada la interrupción del embarazo, e incluso podemos ver que se otorga una consulta médica poco empática porque jamás le preguntan a Eli cómo se siente, pero lo que sí le dan a conocer es el contexto de violencia estructural que penaliza u obstaculiza el ejercicio de decidir sobre el cuerpo de las mujeres”, indicó la maestra Ana Alicia Torres Benítez, sexóloga clínica, durante el Cinedebate moderado por la médica pasante de Servicio Social Margarita Quetzalli Santos Alcocer, docente de la asignatura “Perspectiva de Género en la Educación Médica”.

Asimismo, la ponente mencionó que actualmente existen legislaciones que penalizan el ejercicio del aborto, es decir, si sorprenden que una mujer aborta, ya sea de manera intencionada o accidental, se le aplica un castigo patente; por otra parte, cuando se habla de la despenalización y de legalización del aborto, se hace referencia a que es factible, que existen lugares adecuados, profesionales entrenados e incluso se aportan recursos y se generan políticas públicas para que las mujeres y personas trans accedan a la interrupción del embarazo en un marco legal e institucional que les ampare para ejercer este derecho.

Que haya una no legalización o incluso una penalización no va a frenar a las personas que quieran interrumpir el embarazo, lo que sí genera es una serie de mecanismos alternativos y clandestinos en donde las personas pueden estar en riesgo, o incluso se lucre con los medicamentos propiciando la desigualdad por la falta de recursos. La lucha en contra de la despenalización y legalización de este procedimiento busca brindarles medios que sean seguros, que tengan acompañamiento y que de alguna manera también les vayan ayudando a la no repetición, porque lo que estamos promoviendo es el derecho de las personas a decidir sobre sus cuerpos en un escenario y contexto en donde estén protegidas”, afirmó la especialista.

Explicó que en términos de derechos, lo único que necesitan las mujeres para no tener un hijo o hija es no querer tenerlo, pero pensando en los derechos de las niñas y los niños, también tienen derecho de crecer en un contexto donde hayan sido deseados y en un lugar donde tengan cuidado, protección y una vida de calidad.

Al concluir el debate, la maestra Torres Benítez expresó que “son varias cosas las que hace visible esta película, como el hecho de que hay historias detrás de las personas que realizan una interrupción del embarazo, y que es importante tener un acompañamiento posterior con sus redes de apoyo para fomentar que no vuelva a ocurrir el suceso, pero también debemos concientizar que en los cuerpos de las mujeres se han decantado muchas otras problemáticas que tampoco se están atendiendo como la educación sexual, la educación emocional y la atención a la violencia sexual; por eso es importante tener espacios como éste, que van a generar que las personas sean mucho más sensibles del tema”.

Karen Hernández