En el marco de la Semana de Vacunación de las Américas, el pasado 26 de abril, la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Profesora Titular de Tiempo Completo de la Facultad de Medicina de la UNAM, participó en el Conversatorio “Estrategias para aumentar el apego a la vacunación después de la pandemia”, al que acudieron expertos nacionales e internacionales de diferentes especialidades médicas y se enfatizó la importancia de la vacunación a lo largo de la vida y en el personal de salud.

La doctora Sepúlveda Vildósola participó en una mesa de discusión con el doctor Roberto Debbag, Presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, y la doctora Alicia Elizabeth Robledo Galván, Presidenta de la Academia Mexicana de Pediatría, moderada por el doctor Francisco Becerra Posada, exSubdirector de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).

Los expertos coincidieron en que este tema es de gran importancia, pues en los últimos años la tasa de vacunación infantil ha disminuido de manera importante a nivel mundial. Recientemente, UNICEF reportó un 18 por ciento de descenso en la vacunación en la última década, con México en penúltimo lugar. En la región de Latinoamérica y el Caribe se estima que 2.4 millones de niños no cuentan con esquema de vacunación básico completo y 1.7 millones no tiene ninguna vacuna, esto significa que 1 de cada 5 niñas y niños no recibe las vacunas, especialmente los más pobres y aquellos que están marginados socialmente.

Además, América Latina pasó de tener vacunados al 93 por ciento de los infantes hace apenas una década, a 75 por ciento, lo que la sitúa por debajo de la media mundial (83 por ciento). Brasil, México y Venezuela son los países con un mayor número de menores sin vacunar. 

Asimismo, destacaron que la importancia de la vacunación no sólo radica en la prevención de enfermedades, sino de sus consecuencias, como la discapacidad física o mental que impactan el desarrollo futuro de los infantes, sus familias y la sociedad en la que viven. Se estima que vacunar a un niño con todas las inyecciones que necesita cuesta unos 58 dólares y sus beneficios son incalculables. Sin embargo, la vacunación no es exclusiva de los menores de edad, debe continuar a lo largo de la vida, antes o durante el embarazo, ante enfermedades específicas y en el personal de salud. 

La disminución en la tasa de vacunación es multifactorial, pues intervienen factores personales (creencias anticiencia o antisistema, desconfianza de su eficacia, no querer tener los efectos secundarios de la vacunación o que consideran que las vacunas les provocan otras enfermedades como autismo o infertilidad, la creencia de alteración del DNA, objeciones religiosas, entre otras), culturales y sociales (las vacunas sólo son para las infancias, teorías de conspiración, razones ideológicas o políticas, infodemia), o del sistema (abasto, estrategias de acceso, distribución y aplicación de las vacunas).

Por otro lado, la confianza de la población en las vacunas después de la pandemia disminuyó en muchos países como Japón, Corea y Rusia. En México aumentó sólo un 2 por ciento, y lo que es también alarmante es la proporción de médicos y personal de salud que no cuentan con vacunación (ejemplo: 60 por ciento contra influenza en 2019-2020).

“Los funcionarios de salud pública deben reconocer y respetar las perspectivas sobre las políticas de vacunación, con el fin de diseñar políticas que respalden su éxito y aceptación. Debemos transitar a que la población exija la vacunación como su derecho a la salud. La concientización a la población y la educación del personal de salud resultan de gran importancia para recuperar la confianza en la vacunación y mejorar las tasas en todos los grupos de edad y condiciones de riesgo. Sin embargo, los programas académicos de la mayor parte de las facultades y escuelas de Medicina otorgan poca importancia al tema, limitándose a las asignaturas de Salud Pública, Pediatría y Ginecología. Será necesario, pues, reorientar los programas académicos hacia la Medicina preventiva y la atención primaria a la salud”, indicó la doctora Sepúlveda Vildósola.