Todos los seres vivos estamos sujetos a los cambios cíclicos del ambiente terrestre, tal es el caso del movimiento de Traslación que da origen a las estaciones del año, y el de Rotación que ocasiona el día y la noche. Esto genera en todos los organismos una presión selectiva, provocando adaptaciones que organizan las funciones biológicas en función de las horas del día.

Para ahondar en ello, en el marco del Seminario de Investigación del Departamento de Fisiología (DF) de la Facultad de Medicina de la UNAM, el pasado 22 de junio la doctora Mara Alaide Guzmán Ruiz, Profesora Asociada de Tiempo Completo y corresponsable del Laboratorio Sensorial 2 del Departamento, presentó el tema “Control circadiano de la microglía y sus implicaciones funcionales tanto en condiciones patológicas como fisiológicas”.

La actividad académica fue realizada de manera híbrida en el auditorio “Dr. Octavio Rivero Serrano”, transmitida por YouTube, y moderada por el doctor Ricardo Martínez Tapia, Coordinador de Investigación del Departamento de Fisiología.

Para otorgar reconocimiento a los avances que han hecho posible el planteamiento de nuevas líneas de investigación, la doctora Guzmán Ruiz destacó inicialmente algunos acontecimientos históricos. “Carlos Lineo, al observar el comportamiento de las hojas de algunas flores, fue el primero en notar que había funciones biológicas que se repiten en intervalos de tiempo regulares. Le siguió De Mairan, quien con un experimento demostró que los ritmos biológicos en las plantas no necesitan señales externas para expresarse. Años después fueron descritos los genes reloj, con expresión cíclica y autorregulada, caracterizados por su capacidad de sincronizarse a través de señales que indiquen tiempo (conocidas por el vocablo alemán “zeitgeber”), por ejemplo, los horarios de alimentación, las interacciones sociales y el ciclo luz-oscuridad”.

Demostración de un reloj biológico que se rige por este ciclo, es el núcleo supraquiasmático, el cual “indica a los mamíferos el momento del día en el que se debe incrementar o disminuir una función”, añadió.

Respecto al eje central de la ponencia, explicó que “la microglía es uno de los macrófagos del Sistema Nervioso Central que se encarga del proceso de neurogénesis, sinapsis y función fagocítica”. Dentro de las investigaciones presentadas, comentó el estudio del comportamiento de las células marcadas con los anticuerpos IBA1 y alfa-MSH, observando en las primeras una elevación diurna y un incremento nocturno en las segundas.

Finalmente, recalcó que la microglía “está influenciada tanto por el microambiente cerebral como por la hora del día, ya que presenta genes reloj y genes metabólicos con ritmos circadianos, es decir, que su oscilación diaria no implica necesariamente una
respuesta inmuneante daño o infección en el tejido; no obstante, al ocurrir este proceso patológico, la severidad de la lesión dependerá directamente de si fue producida en una fase de actividad, o bien, de descanso biológico”.

Por Athziry Portillo