En el marco de la conmemoración del Día Mundial para la Prevención del Suicidio (10 de septiembre), el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM organizó la sexta sesión del ciclo de entrevistas titulado “Miradas diversas sobre salud mental”, con el objetivo de abordar y reflexionar sobre el grave problema de salud pública que representa el suicidio.
“Según la Organización Mundial de la Salud, el suicidio se define como un acto deliberado y voluntario en el que una persona causa su propia muerte. Generalmente, está asociado a diversos factores emocionales, psicológicos y sociales, es un problema mundial vigente y de naturaleza multifactorial, lo que significa que es difícil señalar una sola causa. Este fenómeno es complejo, ya que involucra diferentes elementos que nos llevan a una condición desafortunada y crítica”, comentó la doctora Carmen Gabriela Ruiz Serrano, académica de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM.
En la actividad moderada por la doctora Olga Robelo Zarza, Coordinadora del área de Comunicación en Salud Mental del DPSM y de este ciclo de entrevistas, la doctora Ruiz Serrano indicó que, según las estadísticas de la Fundación Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR), a nivel mundial, durante el confinamiento por la pandemia de COVID-19, la ideación suicida aumentó 250 por ciento en las personas, la ansiedad en un 280 por ciento y la depresión en un 90 por ciento.
“El suicidio es la tercera causa de muerte entre los adolescentes de 15 a 19 años, y cada día mueren 10 jóvenes en América Latina por esta causa. De acuerdo con la UNICEF, anualmente 4 mil 200 personas se quitan la vida y en México la conducta suicida aumentó del 6 por ciento en 2019 al 7 por ciento en 2020, mismo año en que se registraron mil 150 menores de edad que se suicidaron”, destacó la experta al señalar que el confinamiento trajo consigo riesgos para la salud mental, un aumento de la violencia doméstica, abusos sexuales, alcoholismo, entre otras problemáticas.
Por otro lado, expresó su firme convicción de que las manifestaciones de actitudes como la violencia, la vergüenza o la culpa en niñas y niños están estrechamente relacionadas con lo que ocurre en su entorno. En este sentido, enfatizó la importancia de abordar los contextos en los que se desenvuelven y trabajar con madres, padres, familiares y la comunidad en su conjunto para construir factores protectores eficaces.
“Todos construimos nuestras relaciones a partir de las experiencias primarias que hemos vivido y la forma en que interactuamos con los demás. Por esta razón, considero que es fundamental establecer lazos seguros en contextos predecibles. Esto nos permite mapear nuestra realidad y, como resultado, comprender que el mundo es un lugar seguro y digno de vivir”, puntualizó la doctora Ruiz Serrano durante el evento transmitido por YouTube.
Karen Hernández