El sistema nervioso central recibe información proveniente del medio ambiente a través de las concentraciones de sodio, calcio, potasio y otros elementos que participan en la activación de diversos circuitos sensitivos como las vías visuales, táctiles, olfatorias, auditivas y gustativas.

Esta información se recibe de manera consciente o no consciente, lo que nos permite estar de pie, respirar o realizar procesos de manera automática sin la necesidad de razonar cada acción. Los circuitos que la codifican están conformados por cuatro a siete neuronas conectadas a la vía sensitiva por la que se obtiene el estímulo, a la vía motora y a otra vía que se relaciona con el hipocampo.

Los procesos y estructuras que intervienen en la memoria están en constante estudio, por lo que el doctor en Neurociencias Armando Mansilla Olivares, Profesor de Posgrado de la UNAM y exPresidente de la Academia Nacional de Medicina de México, abordó este interesante tema como parte del Seminario organizado por la Coordinación de Investigación del Departamento de Fisiología (DF) de la Facultad de Medicina de la UNAM.

“La activación de cada circuito depende de la situación o el estímulo que se presente, a la cual se generará una respuesta que puede involucrar únicamente a la vía motora o una respuesta en la que interviene el hipocampo”, comentó el doctor Mansilla Olivares durante su conferencia realizada en el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas” y transmitida por YouTube.

A su vez, explicó que todos los conceptos almacenados por las vías sensitivas en centros neuronales y tallo cerebral, sufren cambios de naturaleza bioquímica y eléctrica que modifican las características de la señal, su magnitud, su frecuencia de descarga y el tipo de neurotransmisor que actúa en los receptores celulares, lo que resulta en una transducción diferente de la señal que va más allá del tálamo óptico, permitiendo que se genere una idea.

Fotografías: Carlos Díaz

De esta manera, la construcción de ideas es el resultado del aprendizaje, que es el mecanismo por el cual el sistema nervioso obtiene información y que se integra mediante la memoria por tres etapas: iniciación, consolidación y estabilización, en las que se generan los fenómenos de facilitación a largo plazo (LTF) y potenciación a largo plazo (LTP). La LTF (por sus siglas en inglés) se refiere a los mecanismos que utilizan al mismo grupo neuronal que capturó el conocimiento del medio ambiente, no es asociativo y utiliza los sistemas de proteínquinasa AMP cíclico dependiente C (PKC-AMPc) y A (PKA-AMPc), mientras que la LTP es el sistema que nos permite razonar los conceptos que hemos aprendido a lo largo del tiempo, utiliza distintos grupos neuronales sensitivos y corresponde al aprendizaje asociativo, mediado por una proteínquinasa tipo dos (PKII) – calcio calmodulina independiente.

Estos procesos dependen del flujo iónico de calcio que interviene en la sinapsis. Normalmente la serotonina actúa sobre su receptor y permite o facilita este intercambio molecular a través de los canales dependientes de voltaje, al entrar el calcio se estimula la calcio calmodulina que influye sobre la fosforilación de una proteínquinasa dependiente de calcio calmodulina y de la molécula de anclaje sinapsina 1, liberando las vesículas sinápticas e iniciando la neurotransmisión”, expuso el doctor Mansilla Olivares.

Por L. Ixchel Díaz