En el marco de una de las mayores festividades de la tradición mexicana, el Día de Muertos, la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana (LCNH) de la Facultad de Medicina de la UNAM realizó el pasado 28 de octubre el “Taller de Elaboración de Pan de Muerto y Atole”, impartido por el doctor Luis Fernando Espinosa Camacho, académico de la Licenciatura, en el Laboratorio Cocina Metabólica.

Durante esta temporada del año, el consumo de pan de muerto es tradicionalmente alto, pero la forma en que se produce comercialmente a menudo implica un aumento en el consumo de azúcares y grasas poco saludables. Por ello, el objetivo principal del taller consistió en demostrar que es posible mantener nuestras tradiciones culinarias y disfrutar de productos típicos de diferentes regiones del país, al mismo tiempo que se prioriza la salud a través de una selección más consciente de alimentos.

En esta ocasión, para la elaboración del pan de muerto y el atole de calabaza, las técnicas culinarias no sufrieron modificaciones significativas, pero sí se realizaron cambios en los ingredientes. Se sustituyó el azúcar común por un edulcorante natural llamado «fruto del monje», que tiene un bajo índice glucémico pero un alto poder endulzante. Además, se utilizaron grasas más saludables, como mantequillas no clarificadas y puras de vaca, para reducir el consumo de grasas trans.

Fotografías: Brisceida López

Por su parte, el atole de calabaza de castilla se cocinó con el fin de aprovechar la variedad de verduras de temporada en preparaciones diferentes a la que normalmente se usan.

Al concluir el taller, las y los 17 participantes compartieron la emoción por la facilidad de elaborar productos de alta calidad  como  los disponibles en el mercado, pero con la ventaja de utilizar ingredientes que les permitan adoptar una dieta que además de satisfacer sus gustos, les facilite hacer un cambio en sus hábitos alimenticios, con un impacto positivo en su salud.

Por Athziry Portillo