En la última de cuatro sesiones que conformaron la Cuarta Jornada Académica de Salud Mental, que se realizó bajo el lema «Salud mental como un derecho universal», el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad de Medicina de la UNAM abordó este planteamiento desde una perspectiva sociológica.

La sesión, organizada y moderada por la doctora Olga Robelo Zarza, Coordinadora del área de Comunicación en Salud Mental del DPSM, contó con la participación del licenciado José Marte Abí Erazo Pérez, colaborador en proyectos de investigación en la Universidad Autónoma Metropolitana, la UNAM y el Instituto Nacional de Psiquiatría «Ramón de la Fuente Muñiz», así como docente de Sociología en la UAM.

El evento, transmitido a través de YouTube, exploró la compleja relación existente entre el proceso salud-enfermedad mental y la Sociología. El licenciado José Erazo destacó la interacción de factores psicológicos, biológicos, sociales, culturales y espirituales en este proceso, subrayando la importancia de considerar la salud mental como un bien prioritario.

«La Sociología tiene el deber de contribuir al estudio de cómo la sociedad se está volviendo más agresiva y cómo ciertos tipos de factores de riesgo y de protección inciden en la salud mental de las personas», compartió el licenciado Erazo Pérez sobre la participación de esta disciplina en el análisis del desarrollo de los trastornos mentales. «Además, es muy importante que la sociología realice aplicaciones clínicas de estudios de salud mental social para que aporte elementos de conocimiento no sólo desde el ámbito teórico, sino también desde el metodológico para la comprensión de las diferentes realidades sociales», agregó.

En cuanto a la perspectiva del ser humano y el proceso salud-enfermedad, el experto resaltó la diversidad de roles que las personas con trastornos mentales pueden desempeñar en diferentes contextos socioculturales. Para explicar el papel de la subjetividad al hablar del estado de bienestar, se comentó el caso de las personas en situación de calle, que en general provienen de un ambiente hostil, y toman este estilo de vida como una alternativa, que ante los ojos de personas “sanas” no es el ideal.

Asimismo, el licenciado Erazo afirmó que los trastornos mentales tienen una fuerte carga sociológica, y un ambiente hostil puede generar signos y síntomas en todas las etapas de la vida, con repercusiones como la psicosis o la depresión si no se abordan tempranamente. Además, hizo hincapié en la sociogénesis de las enfermedades mentales, indicando que la dinámica familiar y las condiciones sociales adversas afectan psicológicamente al individuo.

También, señaló la importancia de estudiar los determinantes sociales de la salud mental, identificando factores de riesgo como la exclusión social, la marginación, la precariedad laboral y problemas familiares, así como factores de protección como la resiliencia, relaciones interpersonales saludables, el ejercicio y la autocrítica.

La doctora Robelo aseguró que «si no cumples con alguno de estos factores está bien, detectar que algo nos falta y hacer algo al respecto es un gran avance; la salud mental también es salir adelante a pesar de las dificultades de la vida.»

Finalmente, el licenciado Erazo Pérez enfatizó la importancia social de considerar la salud mental como un derecho humano universal. «Como sociedad, tenemos el compromiso de ejercer acción colectiva para buscar el bienestar de toda la población”, aseguró.

Luisa Vera