En medio de un paisaje global que busca adaptarse a una realidad post-pandemia, el doctor Mauricio Rodríguez Álvarez, académico del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, comentó las principales características de la nueva subvariante Ómicron EG.5.1 del virus causante de COVID-19, que en los últimos días ha capturado la atención de expertos en salud y medios de información.

Durante su charla, el pasado 16 de agosto, proporcionó una panorámica sobre el viaje del virus SARS-CoV-2 desde sus inicios en noviembre de 2019 hasta ahora. Destacando que, gracias a la protección lograda por las vacunas y el haber padecido la enfermedad, así como a los cambios en el virus, las últimas olas epidémicas han tenido un impacto mucho menor en cuanto a hospitalizaciones y defunciones en nuestro país.

Sin embargo, resaltó el surgimiento y evolución de distintas mutaciones en el patógeno. Y en específico de Ómicron, la variante dominante desde enero de 2022 que ha demostrado ser especialmente adaptable, generando subvariantes como la XBB1.5, XBB 1.16, y la más reciente, EG5.1. “El virus sigue evolucionando”, señaló el experto, destacando que “mientras haya un alto número de casos, siempre habrá un riesgo latente de nuevas variantes y subvariantes, por eso debemos evitar los contagios”.

Al día de hoy, en México de cada 10 pruebas realizadas en casos sospechosos de COVID-19 cuatro son positivas, lo que significa que el virus continúa circulando ampliamente a nivel comunitario. La mayoría de los casos actuales son leves y ambulatorios, sin embargo, algunos países han reportado, aunque no de manera alarmante, un incremento en contagios y hospitalizaciones, principalmente en personas no vacunadas o con comorbilidades. En la actualidad, hay una menor precaución por parte de la población, una menor sospecha de la enfermedad y, por lo tanto, un menor número de pruebas de diagnóstico para detectar el virus.

Más allá de los detalles técnicos y las cifras, enfatizó el papel crucial de las medidas de precaución generales para evitar contagios y complicaciones. La nueva subvariante provoca prácticamente las mismas manifestaciones clínicas en los enfermos (dolor de cabeza, gripa, fiebre, pérdida del olfato o del gusto, cansancio y diarrea); según los primeros reportes es un poco más contagiosa y puede provocar re-infecciones en personas que ya hayan padecido la enfermedad, por lo que la prevención de contagios a partir de quienes tienen síntomas sigue siendo la mejor arma contra su propagación.

Athziry Portillo