La mayoría de las guías formales sobre psicofármacos abordan el inicio o cambio de medicación, con escasas pautas para la reducción o suspensión de éstos. En 2023, la Organización Mundial de la Salud y las Naciones Unidas recalcaron la importancia del derecho de los pacientes a suspender el tratamiento y la necesidad de recibir apoyo para hacerlo. En el simposio “Guía para la reducción gradual del tratamiento psicofarmacológico: Maudsley Deprescribing Guidelines», organizado por el Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina de la UNAM, se abordó este problema y una importante propuesta que sugiere una posible solución.

El panel de expertos estuvo conformado por la doctora Andrea Atri Mizrahi, psiquiatra egresada de la Facultad de Medicina de la UNAM; el doctor David M. Taylor, Director del Departamento de Farmacología y Patología del Hospital Maudsley y Profesor de Psicofarmacología en King’s College en Londres; y el doctor Mark Horowitz, investigador clínico en Psiquiatría del Sistema Nacional de Salud de Reino Unido y en University College Londres. Juntos presentaron “Maudsley Deprescribing Guidelines”, un libro recientemente publicado que brinda pautas claras para el retiro de medicamentos psiquiátricos, abordando un problema frecuente al que se enfrentan los psiquiatras: la abstinencia a psicofármacos comúnmente mal diagnosticada como recaída.

Dicha guía requirió más de cinco años de ardua investigación sobre la abstinencia, farmacodinamia y farmacocinética de medicamentos en pacientes psiquiátricos para emitir modelos de disminución gradual de antidepresivos, ansiolíticos e hipnóticos como Fluoxetina, Venlafaxina, Clonazepam, pregabalina y Zolpidem, entre otros.

Durante el evento realizado el pasado 7 de marzo en el auditorio “Ramón de la Fuente” y transmitido por YouTube, la doctora Atri Mizrahi explicó que “La investigación se basa en información obtenida por imágenes cerebrales (PET), así como en la ley de acción de masas, las cuales muestran que la ocupación del receptor neuronal y la dosis farmacológica no es una relación lineal, sino hiperbólica. Es por esto que la reducción gradual de medicamentos no se puede hacer de manera lineal como se había propuesto hasta ahorita. Si no, calculando las dosis con base en la diferencia porcentual de ocupación del receptor, disminuyendo entre 5-20 por ciento de la ocupación en cada paso, para lograr aminorar la intensidad de los síntomas de abstinencia.”

Fotografías: Adrián Álvarez

Por su parte, el doctor David M. Taylor indicó que “el conjunto de signos y síntomas que ocasiona una recaída y un síndrome de abstinencia a psicofármacos, es prácticamente imposible de distinguir con el uso de escalas estandarizadas. Esto ha ocasionado que haya un sesgo en la bibliografía que investiga sobre este tema”. Dentro de los signos y síntomas compartidos tenemos: ánimo bajo, fatiga, falta de concentración y de la memoria, problemas gastrointestinales, irritabilidad y ansiedad.

El doctor Mark Horowitz profundizó sobre la dosificación a la baja que debe haber sobre los medicamentos, basado en su investigación. “Dependiendo la dosis y el tiempo que ha permanecido el paciente en dichos medicamentos podemos estimar la velocidad de reducción. A mayor dosis y tiempo mayor probabilidad de síntomas graves de abstinencia, por lo cual la reducción deberá ser más lenta”.

En el simposio moderado por el doctor Joaquín Gutiérrez Soriano, los ponentes concluyeron que este manual llena un vacío importante en la orientación para los médicos al proporcionar información completa y autorizada sobre este relevante aspecto del tratamiento en salud mental. “Hemos notado que cada vez son más los psiquiatras que están convencidos de la importancia no únicamente de saber instaurar tratamientos farmacológicos, sino de saber retirarlos”, sentenció la doctora Atri Mizrahi.

Fernando Jacinto