La Semana del Cerebro es una campaña mundial fundada en 1996 por la Dana Alliance for Brain Initiatives (DANAI) y la European Dana Alliance for the Brain (EDAB), en ella participan universidades y centros de investigación y difusión de las ciencias realizando actividades con el objetivo de promover la conciencia pública sobre el progreso y los beneficios de la investigación del cerebro.

Para celebrar los 18 años ininterrumpidos realizando este evento, el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina de la UNAM, organizó, del 11 al 15 de marzo, un programa con conferencias magistrales impartidas por expertos nacionales e internacionales, y un concurso de carteles de estudiantes de diferentes entidades académicas de la UNAM relacionadas con las ciencias de la salud, así como del bachillerato.

En el auditorio “Dr. Alberto Guevara Rojas”, la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Directora de la Facultad de Medicina de la UNAM, inauguró la Semana con un mensaje a la comunidad: “Sin duda el cerebro es fascinante y estas actividades nos brindan la oportunidad de saber cómo cuidarlo para prevenir algunos de los problemas que se presentan en nuestra población de edad avanzada”. Asimismo, resaltó que estas conferencias cumplen con una de las tareas sustantivas de la Universidad, que es la difusión y divulgación de la ciencia.

En la actividad transmitida por Facebook Live (https://fb.watch/qNuprhDhoN/?mibextid=w8EBqM), la doctora Julieta Garduño Torres, Jefa del Departamento de Fisiología (DF) de la Facultad de Medicina de la UNAM, indicó que gracias al empeño de los académicos del departamento que dirige en conjunto con la Facultad de Psicología hicieron posible la difusión del evento en la Universidad, invitando a la Licenciatura en Neurociencias y al bachillerato de la UNAM, pues “es muy importante que desde jóvenes tengan un acercamiento a la ciencia”.

A su vez, la doctora Leticia Verdugo-Díaz, Profesora Titular del DF y miembro del comité organizador de la Semana del Cerebro, habló sobre los antecedentes y objetivos de esta actividad, resaltando que en los concursos de carteles han participado como jurados cerca de 200 profesores de todos los departamentos de la Facultad y de otras entidades académicas de la UNAM, así como de otras escuelas de Medicina.

De igual forma, la doctora María de la Luz Navarro Angulo, el doctor Alejandro Hernández Chávez y el biólogo Francisco Estrada Rojo, miembros del DF, fueron parte del comité organizador que realizó este gran evento.

Microbiota y cerebro

El doctor Isaac González Santoyo, Profesor Titular de tiempo completo y responsable del Laboratorio de Neuroecología Cognitiva de la Facultad de Psicología de la UNAM, abordó este tema, definiendo a la microbiota o microbioma como los microorganismos derivados principalmente de bacterias, hongos, arqueas o virus, que se encuentran distribuidos en todas nuestras cavidades o mucosas incluyendo la piel, para hablar acerca de las relaciones que han tenido los seres humanos con estos patógenos que nos aportan variedad genómica.

Casi todos los microorganismos que se encuentran distribuidos en el cuerpo son bacterias y el 95 por ciento de ellos habitan en el intestino, por lo que se han estudiado para conocer las funciones que aportan al hospedero. Algunas de ellas son la educación y maduración del sistema inmune, participación en procesos metabólicos y absorción de nutrientes y, recientemente, en la asociación con las funciones cerebrales, donde se ha observado cómo el microbioma intestinal bacteriano puede modular diferentes aspectos de la conducta de los individuos, así como sus estados fisiológicos de salud y enfermedad.

Existen dos factores que ayudan a establecer y madurar el microbioma: la edad y los estilos de vida, siendo la alimentación un componente clave para este último. En ese sentido, el doctor González Santoyo advirtió que “las funciones metabólicas en las varianzas de estos dos factores pueden estarnos hablando de diferentes elementos metabólicos que se le aportan al hospedero y que se asocian a la comunicación con el sistema nervioso”. Finalmente, el ponente habló sobre las interrogantes que faltan por responderse en este tema, pues saber si el microbioma realmente está modulando en el ser humano diversas funciones cognitivas es una de las cuestiones que se está evaluando recientemente.

Cerebro e Inteligencia Artificial (https://www.facebook.com/share/v/8MqmnAmjXBrg1eTw/?mibextid=w8EBqM)

El cerebro y la Inteligencia Artificial (IA) presentan algunas similitudes entre sí, comparando las redes neuronales con circuitos que están programados para realizar ciertas tareas. “Se han estudiado los procesos que pueden clasificarse como inteligentes con el objetivo de implantar o reproducir esquemas y procedimientos de las funciones humanas en programas de computadoras o algoritmos”, refirió el maestro Roberto Santos Solórzano, Coordinador de Diseño de Experiencias de Aprendizaje en la de Universidad Abierta, Innovación Educativa y Educación a Distancia (CUAIEED) de la UNAM.

“Según la definición del doctor Martínez Morales sobre IA, este campo ha surgido de la interacción entre varias disciplinas como neurociencia, psicología cognitiva, matemática, biología evolutiva, las ciencias de la computación y la lógica”, explicó el maestro Santos Solórzano durante su conferencia, y añadió que “todo el conocimiento que se genere acerca del cerebro en todas las ramas de la Medicina y la ciencia, ayudará a mejorar los algoritmos de las IA”.

A su vez, mencionó que el gran auge de ChatGPT como una de las IA más conocidas y utilizadas, se debe a la sensación de cercanía con el ser humano que ha generado en sus más recientes versiones. “Estamos lejos de saber lo que es la inteligencia en realidad, pero lo que sí sabemos es que las herramientas de IA son útiles y deben usarse con ética, prudencia, transparencia y responsabilidad, considerando que no son fuentes de información absolutamente confiables, y pueden presentar sesgos de ejecución”, concluyó el ponente. 

El cerebro en el viaje al espacio

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El doctor Ricardo J. Martínez Tapia, Profesor Titular del Departamento de Fisiología y parte del comité organizador, habló sobre la complejidad de este órgano al que le debemos la capacidad de percibir e interpretar el ambiente en el que vivimos y que, debido a sus características, se vuelve un objeto de estudio en los seres humanos que viajan al espacio, ya que investigaciones recientes han evidenciado cambios significativos durante los viajes espaciales de larga duración.

De acuerdo con el Programa de Investigación Humana de la NASA, el espacio presenta cinco grandes retos para los astronautas, el primero de ellos es la radiación, que en modelos animales ha mostrado alteraciones en el aprendizaje y la memoria, el segundo es la microgravedad, generando cambios como la redistribución de fluidos, además se ha relacionado con alteraciones visuales y del equilibrio, en tercer y cuarto lugar tenemos al confinamiento y los ambientes cerrados y hostiles, características que se encuentran en las naves espaciales representado un desafío, pues implica convivir en espacios reducidos enfrentando una calidad del aire variable, lo que nos lleva al último reto, la gran distancia a la Tierra, que puede afectar la salud mental de los viajeros espaciales.

Aún queda mucho por descubrir sobre los efectos del viaje espacial en el cerebro, pero el interés de los científicos en este campo sumado al aumento de la actividad espacial por parte de empresas privadas promete mucho en la investigación de los impactos en el ser humano en uno de los ambientes más extremos al que puede enfrentarse. En palabras del doctor Martínez Tapia: “Imaginarse desde un punto de vista psicológico, mental y emocional ser el primer ser humano que llegue a otro planeta, para mí es indescriptible, sin embargo, los cambios que se han descrito en el cerebro, no son nada de lo que le espera al hombre en el espacio”.

Estado del arte de la disección del cerebro (https://www.facebook.com/share/v/wJSTNjiwj6pAy9gV/?mibextid=w8EBqM)

“Según la Ley de Moore, el rendimiento de un ordenador se duplica cada 18 meses, resultando en equipos tecnológicos con mejores capacidades, más pequeños y de menor costo, y esto claramente ha tenido gran impacto en la enseñanza y en el estudio del cerebro, permitiendo la creación de modelos anatómicos no biológicos”, refirió el doctor Julio César Pérez Cruz, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Durante su conferencia, el doctor enfatizó en que los modelos de anatomía cráneo encefálica, junto con microscopios estereoscópicos y endoscopios de bajo costo que pueden conseguirse por Internet, han aumentado las posibilidades de que estudiantes y profesionales de la salud desarrollen habilidades y adquieran conocimientos mediante la disección virtual. “Históricamente se ha visto la dificultad de acceder a materiales biológicos, por lo tanto, el futuro de la enseñanza de la anatomía se encuentra en el uso de tecnologías no biológicas”, puntualizó.

“Las técnicas y programas de disección virtual en realidad aumentada como Oculus se han sumado a las estrategias didácticas que generan una experiencia totalmente práctica para explorar la anatomía del cerebro”, consideró el doctor Pérez Cruz, y añadió que “este tipo de herramientas digitales actualmente ya se utilizan en diversas áreas de la Medicina, como en el diagnóstico de patologías cerebrales y en neurocirugía, marcando un antes y un después en los métodos de aprendizaje y atención a la salud”.

Neurobiología de la resiliencia (https://www.facebook.com/share/v/eotDr73oBDgcotJm/?mibextid=w8EBqM)

Durante esta conferencia, la doctora Amelia Ledesma Torres, Jefa Nacional de Salud Mental del ISSSTE, presentó el Proyecto Harley “El Tuerto”, un perrito que es un “gran ejemplo de resiliencia, capacidad para superar y adaptarse a situaciones difíciles y circunstancias adversas a las que nos enfrentamos”. Por su parte, “NeuroBatman”, caracterizado por el doctor José Ramón Calvo Gutiérrez, Presidente Ejecutivo del Consejo Mexicano de Neurociencias, explicó que “la neurobiología de esta aptitud involucra una compleja interacción entre el cerebro y el sistema nervioso en respuesta al estrés”.

Asimismo, argumentó que desde la perspectiva neurocientífica “la plasticidad cerebral juega un papel fundamental en la resiliencia, pues las conexiones sinápticas cambiantes y la neurogénesis son procesos que permiten al cerebro ajustarse y recuperarse frente a situaciones estresantes”. Además, comentó que se han examinado los roles de la dopamina y la serotonina, que son neurotransmisores clave en la regulación emocional y la capacidad para enfrentar la adversidad; mientras que “el equilibrio hormonal y la respuesta del sistema nervioso ante el estrés son esenciales para comprender la resiliencia”, manifestó.

La investigación en epigenética también ha demostrado la influencia de factores ambientales en la expresión génica relacionada con ésta, debido a que los genes junto con el entorno moldean la capacidad del cerebro para resistir y recuperarse de situaciones estresantes. “Explorar la neurobiología de la resiliencia no sólo amplía nuestro entendimiento científico, sino también abre puertas a estrategias innovadoras para fortalecer la capacidad de enfrentar los desafíos de la vida”, concluyeron.

Cerebro, música y movimiento

En su ponencia sobre Música y Cognición, el doctor Víctor Hugo Gómez Arias, Neurólogo adscrito al CMN “20 de Noviembre” del ISSSTE, comentó que diversas investigaciones sugieren que la música estimula diferentes áreas cerebrales, como la amígdala y el hipocampo, vinculadas a la emoción y la memoria, destacando que la conexión entre el cerebro, la música y el movimiento es muy amplia. “Las intervenciones musicales benefician el sistema motor, las funciones cognitivas, los sistemas afectivos y emocionales, y los sistemas sensoriales, favoreciendo la liberación de dopamina, serotonina y oxitocina”.

“Se ha demostrado que la sincronización entre la música y el movimiento como el baile benefician la plasticidad cerebral, lo que contribuye en gran medida a la salud cognitiva”, manifestó el ponente, y afirmó que “continuar explorando la interacción entre estas actividades ofrecerá perspectivas más amplias y valiosas sobre cómo el arte puede influir positivamente en el funcionamiento cerebral, el bienestar emocional, en la promoción y cuidado de la salud mental y cognitiva.

Finalmente, el profesor Noé Rodríguez Sandoval, experto en ritmos afro-cubanos, ofreció una pequeña y amena sesión de baile para experimentar sus efectos.

Ganadores del Concurso de Carteles

Durante la ceremonia de clausura de la Semana del Cerebro 2024, se realizó la premiación de las y los ganadores del “Concurso de Carteles por Categoría” en el que participaron 54 carteles de estudiantes provenientes de distintas instituciones de la UNAM.

Los primeros 3 lugares de la categoría Básica se los llevaron estudiantes del 2º año de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM, de los cuales, Vannia Daniela Merced Canales ganó el 1º con su cartel “Encefalopatía traumática crónica. Lo que no te cuentan del boxeo”, mientras que el 2º lugar fue para Itzel Amalia Martínez Flores, quien elaboró el cartel de “La orquestica química de nuestro cerebro cuando está enamorado”, y el 3° fue para “El cerebro en el arte: Cómo la creatividad surge del pensamiento”, con la autoría de Daniela Mendoza Sánchez y Brayan Yael Torres Orellana.

Para la categoría Clínica en representación de la Facultad de Medicina de la UNAM, el 1er lugar fue para “Tumor papilar de la región pineal. Una rareza neurológica”, realizado por Samuel Ismael Juárez Cruz y Rosa María Santiago Palacios. El cartel de Karen Itzel Hernández Castro, Pavel Alejandro Martínez Nieto y Ximena Elizabeth Plascencia Contla, titulado “Efectos cerebrales de la terapia de reemplazo hormonal para la confirmación de género”, ocupó el 2º lugar; mientras que Anette Carmona Soto y su cartel “¡Alerta bostezo! Las neuronas espejo te están atacando” ganaron el tercer puesto. Por su parte, Ana Karen Ortiz López, Naomi Jiménez Rosas, Andrea Livier Peña Salmerón, recibieron Mención Honorífica por su cartel “¿Cómo ser más inteligente?”.

“Mujeres que revolucionaron las neurociencias”, de la maestra Karla Mariana Peña Gutiérrez del Posgrado en Ciencias Bioquímicas, ganó el primer puesto de la categoría Posgrado, en la cual el 2º sitio fue para la MPSS Brenda Patricia Espinoza Velázquez, autora del cartel “¿Qué pueden significar las voces dentro de mi cabeza? Esquizofrenia” proveniente del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental de la Facultad de Medicina; y el 3º se lo llevó “Neurogénesis hipocampal: La flexibilidad que combate la depresión”, por parte de Jimena Arroyo Pérez y Santiago García Ríos, ambos del Posgrado en Ciencias Biológicas.

Fotografías: Área de Divulgación y Extensión Cultural, CCS, FM, UNAM y Brisceida López

Estudiantes del Colegio de Ciencias y Humanidades plantel Sur, ganaron en la categoría Media Superior. El primer lugar fue otorgado a Dulce Paloma Granados De Jesús y César Hernández Flores, autores de “Más allá de los límites: Explorando la plasticidad cerebral”. Los carteles de “Cuerpos de Lewy: Un viaje científico a la demencia” de María Fernanda Ortiz Amaya y Antonio García Martínez, y “Corea de Huntington”, elaborado por Ana Daniela Hernández Rojas y Fátima Sánchez Ramos, fueron acreedores al 2º puesto. Finalmente, el 3er lugar lo ocuparon Tamara Valeria Pérez Rivera, Ana Rosa Reyes Rodríguez y Paloma Isabella Velázquez García con “Entre neuronas y corazones”.

L. Ixchel Díaz y Tomás Ortega