Según datos de la UNICEF, México está registrado como 1er lugar en abuso sexual infantil, y es necesario tomar medidas al respecto, es por eso que en la sesión 164 del Seminario Permanente del Programa de Estudios de Género en Salud (PEGeS) del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM, se abordó el tema “Niños, niñas y abuso sexual infantil. Formas de prevenirlo”.

Con la finalidad de orientar a la población sobre la implementación de acciones en contra del abuso sexual a niñas, niños y adolescentes, la doctora Alba Luz Robles Mendoza, académica de la Facultad de Estudios Superiores Iztacala de la UNAM, compartió con la audiencia algunas consideraciones conceptuales y jurídicas, así como estrategias de intervención para prevenir, tratar y resolver este problema.

“El abuso sexual infantil se define como el uso deshonesto del cuerpo sexuado de un menor de edad por parte de un mayor, incluyendo el abuso proveniente de un menor a otro con una diferencia psicosexual de 5 años”, indicó la experta, y mencionó que este fenómeno puede presentarse de forma directa como tocamientos, frotamientos o masturbación, e indirecta como la exhibición sexual del adulto o del menor obligado, “regularmente estos actos implican violencia física o psicológica por chantaje, sobornos o amenazas”. 

A su vez, explicó que el abuso sexual infantil “está catalogado como un delito al que se le imponen desde 2 hasta 7 años de prisión dependiendo de los agravantes, tales como intervención de 2 o más personas, por ascendente contra su descendiente, por una persona cuya situación implique subordinación, el lugar y el contexto del cometido“.

De igual manera, recalcó que estos actos no deben confundirse con el delito de violación, pues “según la ley, el delito de abuso sexual es aquel que no tiene el propósito de llegar a la cópula”, y añadió que “cualquier persona que conoce la situación y no acude con las autoridades también es castigada”.

Durante la transmisión por Facebook Live (https://www.facebook.com/share/v/tdP5cXox3Ut8cscN/?mibextid=w8EBqM) coordinada por la doctora Luz María Moreno Tetlacuilo, fundadora y responsable del Seminario, y moderada por la doctora Yuriria Alejandra Rodríguez Martínez, Coordinadora del PEGeS, la doctora Robles Mendoza aseveró que para iniciar con el proceso psicoterapéutico y las intervenciones precisas para infantes y adolescentes, es necesario evaluar el daño provocado en cada caso, “debemos considerar la edad de la víctima, el tipo de conducta o abuso ejercido, qué relación tiene con la o el agresor, y las redes de apoyo con las que cuenta”, afirmó.

Existen diversos factores que permiten identificar que una niña, niño o adolescente ha sufrido este tipo de violencia, por ejemplo, los cambios en la conducta, ya sea verbal o no verbal, alteraciones en su físico, o modificaciones de la manera en que realizan el juego cotidiano.

“Es importante estar al pendiente de cualquier comportamiento contrario al habitual, realizar exploraciones físicas al momento del baño o cambio de ropa, observar los patrones de juego que imiten acciones sexuales en juguetes, poner atención a los dibujos, y aprender a reconocer las formas en las que intentan comunicar que algo les pasó, generalmente con actitudes inusuales”, indicó la ponente.

Finalmente, refirió que la prevención es la mejor alternativa para atacar este problema en México y en el mundo. “Podemos evitar este tipo de abusos en menores de edad a través de talleres con temas relacionados al cuerpo, sexualidad, escenarios de riesgo, y uso de la triada preventiva: Di no, aléjate y cuéntalo para enseñarles a identificar y salir de situaciones de peligro”, manifestó la doctora Robles Mendoza y concluyó que a las niñas, niños y adolescentes que lamentablemente han sufrido esto se les debe brindar tratamiento con juego especializado, psicoterapia y técnicas de modificación de la conducta.

L. Ixchel Díaz