TALENTO FACMED

La poesía, ese lenguaje del alma que trasciende fronteras y disciplinas, se entrelaza de manera única con la Medicina en la vida de Juan Diego Pérez Lides, estudiante de primer año de la Licenciatura de Médico Cirujano de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien a través de sus versos revela la profundidad de sus emociones y reflexiones.

“Mi deseo de comenzar a recitar y escribir poemas surgió de mi gusto por inventar historias y compartirlas con los demás. Esta actividad me ha brindado una forma de expresarme, escucharme a mí mismo y de comprender a los demás; también, puedo sacar lo que llevo dentro”, mencionó Juan Diego al recordar cómo se acercó a la poesía desde que iba en la secundaria.

Principalmente, lo que lo inspira a escribir son las vivencias que ha experimentado y el momento presente en el que se encuentra inmerso. Considera que estas experiencias son el motor de guía que da forma a sus historias.

Durante su etapa en la secundaria, participó en un concurso de calaveritas literarias en el que ganó el primer lugar. Además, ha publicado cuatro textos en el periódico estudiantil ¡Goooya! de la UNAM: “Cada cierto tiempo, ¡Goooya! abre una convocatoria para que quienes lo deseen envíen sus textos, pueden ser sobre cualquier tema. Una vez que envían sus escritos, los editores revisan las contribuciones recibidas y seleccionan los mejores textos para su inclusión en la versión impresa del periódico, y los demás son publicados en la página web”.

Esta experiencia ha sido gratificante para Juan Diego porque los editores, con sus valiosas enseñanzas y correcciones, han enriquecido su habilidad como escritor y, al mismo tiempo, han contribuido a su desarrollo como persona.

Por otro lado, mencionó que “con el estrés que enfrentamos como estudiantes de Medicina, la poesía se convierte en un medio para liberar tensión y relajarnos. Sin duda, esta actividad me ayuda a sacar mis ideas y emociones”.

 En ese sentido, el estudiante considera fundamental encontrar un equilibrio entre su vida personal y académica, por lo que trata de reservar tiempo por las tardes para escribir. Aprovecha al menos 15 minutos para cultivar su pasión, lo cual le permite desconectarse del estrés y expresarse a través de poemas, textos de amor o cuentos.

Uno de los desafíos que encuentra Juan Diego al momento de redactar es el bloqueo de ideas: “Cuando me encuentro en esta situación, tomo un descanso para relajarme. Salgo a distraerme para liberarme de la presión, y ya que tengo ideas, me siento más tranquilo conmigo mismo y puedo retomar la escritura”.

“Mi amor por la poesía ha sido fundamental en mi crecimiento personal y profesional como futuro médico, ya que me ha ayudado a abordar problemas internos, expresarme y a escucharme a mí mismo, pues muy pocas veces decimos lo que realmente sentimos. Creo que es crucial encontrar formas saludables de enfrentar nuestros desafíos emocionales, especialmente en una carrera tan exigente”, apuntó.

Finalmente, externó que a futuro desea publicar un libro y concluir su licenciatura, y animó a sus compañeros con pasiones artísticas a desarrollar su talento sin desanimarse: “Nunca se rindan, si pierden una oportunidad, vayan por otra. Siempre luchen por lo que quieran”.

Karen Hernández