Kenlly Leocadio Trejo, estudiante de 1er año de la Licenciatura de Médico Cirujano

“Entregar tu vida por salvar la de alguien más” es la imagen idealizada que muchos tienen sobre la profesión médica. Sin embargo, tomarlo literalmente puede llevarnos a una interpretación errónea. No deberíamos sacrificar nuestra humanidad y bienestar personal en el proceso. Cuando comienzas a creer que toda tu existencia se resume en tu profesión, el amor y la pasión que te llevaron a elegir este camino se ven desplazados por la obligación y la culpa del “deber ser”.

Buscar ser el mejor estudiante, tener el promedio más alto, sacrificar el sueño y abandonar a los seres queridos para cumplir con un estándar de calificación; ¿realmente eso te convierte en un mejor médico? Frente a ti tendrás a una persona vulnerable que acude a ti en busca de ayuda genuina. Reducir su dolor y sufrimiento a un mero conjunto de signos y síntomas, o verlo como un simple caso de examen, traiciona la esencia de lo que significa ser médico. No olvidemos que nuestros pacientes son seres humanos, que aman y son amados.

“El verdadero valor de un médico no está determinado por un número, sino por el esfuerzo, la dedicación, la disciplina, la pasión y la humanidad con que aborda cada vida que toca”.

“¿Quién traerá nuevas flores a nuestro árbol si no fuera por ellos? ¿Quién creará nuevas ramas? Sin ellos, los sueños no realizados de generaciones pasadas morirían enterrados bajo sus propias raíces”.

Que nadie te haga dudar; cuida tu rareza como la flor más preciada del árbol. Eres el sueño realizado de todos tus ancestros. La Medicina está en constante evolución, no sólo por los avances tecnológicos, sino porque los médicos de hoy tienen la oportunidad de redefinir la profesión. Tenemos la llave de nuevos caminos. Ser diferente puede ser un sendero solitario y difícil, pero recuerda que eres el orgullo de quienes no pudieron lograrlo antes. Como Matilde Montoya nos enseñó hace tiempo, y ahora vemos en la Facultad donde estudiamos que el 70 por ciento son mujeres.

Valiente eres, porque has necesitado de una fuerza inmensa para elegir este camino, incluso cuando muchos te recordaron el peso de su decisión. Cada año, miles de nosotros elegimos seguir adelante a pesar de los “sacrificios”, buscando no sólo ser médicos, sino agentes de cambio. Cada uno de nosotros tiene una historia que ilumina incluso los días más oscuros. En esos momentos de incertidumbre, volvemos a esa historia personal que nos inspiró a adentrarnos en el mundo de la Medicina, o a hacer nuestra pequeña contribución para transformarlo.

Si algo debes tener claro es que has decidido invertir lo más valioso que tienes… “tu tiempo” para comprender y cuidar la vida humana. Y es precisamente por eso que esta profesión es una de las más nobles, donde la recompensa más grande es la vida misma.