A pesar de los avances en derechos reproductivos, la situación en Estados Unidos varía drásticamente de un lugar a otro, con 16 estados que han prohibido por completo el aborto. “Estamos viviendo una crisis en la atención médica reproductiva que está afectando desproporcionadamente a las mujeres de color y de bajos recursos”, indicó Shoshanna Ehrlich, Profesora Emérita de la University of Massachusetts Boston en Estados Unidos.
El pasado 30 de mayo, como parte de la 5ª sesión del Ciclo de Pláticas con motivo del 1er Congreso Internacional de Embriología Aplicada a la Clínica, se presentó el tema “Women, Gender and Sexuality Studies Change in Nature of Abortion Rights in the US”, en el que la ponente desarrolló 3 ideas principales: la historia del aborto en ese país, los sucesos que han moldeado la percepción de la interrupción del embarazo y de la decisión Dobbs con respecto al caso Dobbs versus Jackson Women’s Health Organization.
Durante la actividad moderada por el doctor Adrián García Cruz, Jefe del Departamento de Embriología Humana de la Facultad de Medicina de la UNAM, transmitida por YouTube, Facebook Live y la página del Congreso , la doctora Ehrlich explicó que en los primeros años de 1800 el aborto no era un crimen formal en Estados Unidos, pero entre 1865 y 1900 se convirtió en un crimen en todos los estados, con excepción para los casos en donde corriera peligro la vida de la mujer gestante. Los doctores se opusieron al aborto, arguyendo su superioridad moral y conocimiento técnico desde la concepción, afirmándose como los únicos con la especialización científica para determinar que el feto es un ser humano.
La construcción del aborto como un crimen, impulsada por prejuicios raciales y religiosos, dio lugar a conflictos entre médicos y feministas sobre el control familiar. “Las mujeres protestantes católicas defendían ser ‘la mejor raza’ por tener ascendencia inglesa, por lo que rechazaban la idea de que personas extranjeras pudieran interrumpir el linaje”, explicó la Profesora Emérita. Sin embargo, algunos doctores comenzaron a respaldar los derechos al aborto al reconocer los riesgos para la salud de las mujeres con abortos ilegales.
La también especialista en género explicó que los profesionales de la salud empezaron a notar que legalizar el aborto beneficiaría la salud física y psicológica de las mujeres, aunque temían perder sus licencias por apoyar esta causa. Sin embargo, el panorama mejoró cuando estos profesionales difundieron los riesgos de los abortos ilegales para promover un cambio legislativo. Simultáneamente, muchas mujeres defendieron su derecho a decidir sobre el aborto, basándose en la autonomía sobre sus cuerpos y vidas.
En 1973, la Corte Suprema de Estados Unidos emitió la decisión en el caso Roe vs. Wade declarando inconstitucionales las leyes estatales que restringían el aborto, estableciendo el derecho al aborto como parte de la privacidad protegida por la Decimocuarta Enmienda. En 2021, en Dobbs vs. Jackson Women’s Health Organization, la Corte Suprema falló a favor de Dobbs, derogando la ley federal de interrupción del embarazo y permitiendo a los estados imponer restricciones sobre el aborto.
Actualmente, el aborto está prohibido en 16 estados de los Estados Unidos, principalmente en la región sur. Esto ha provocado disparidades en los aspectos racial y económico. “Si naces en un estado donde está prohibido el aborto y tienes pocos recursos, es muy probable que no puedas tomar una decisión realmente libre”, aseguró la especialista en sexualidad.
Finalmente, la doctora Ehrlich reafirmó su convicción por cambiar las leyes de su país, buscando que el aborto sea una decisión propia de cada mujer y no dependa de ningún otro factor o terceras personas. Asimismo, agradeció la invitación a este 1er Congreso para poder dar difusión de este tema que también tiene un gran peso en México.
Por Fernando Jacinto