En el marco de la 9Feria del Libro de Ciencias de la Salud, organizada por la Facultad de Medicina de la UNAM, el auditorio “Dr. Fernando Ocaranza” fue sede de la presentación del libro Ética de las Directrices Anticipadas y la Representación Médica, una obra donde se promueve la autonomía, se facilita la toma de decisiones informadas y se asegura que la atención médica corresponda con los valores y deseos de las personas, incluso si ya no pueden expresarlos directamente.

Durante la presentación, el doctor Patricio Santillán Doherty, Comisionado Nacional de Bioética, agradeció a los autores Bernardo García Camino, Robert T. Hall y Eugenio Miranda, y comentó que la representación médica se refiere a la capacidad de una persona para ver por otra en momentos donde ya no se puedan tomar las decisiones que se necesitan o desean: “En un país democrático como en el que se supone que vivimos, le damos importancia al estatus autonómico de las personas y eso incluye situaciones donde nos encontramos en estados de vulnerabilidad, pero eso no quiere decir que hayamos perdido nuestra autonomía”.

Por su parte, la doctora Adriana Templos Esteban, Jefa de División de Cuidados Paliativos y Clínica del Dolor del Hospital General “Dr. Manuel Gea González”, aseguró que en las unidades de salud, día con día se enfrentan a situaciones donde el paciente ya no tiene la capacidad de decidir por sí mismo, y además no ha contemplado con su familia que era lo que quería para el final de su vida, por lo que acudir a un documento de directrices anticipadas que se puede realizar ante un notario público sería una acción de carácter preventivo, pero desgraciadamente es la que menos se hace.

“Casi siempre nos tocan escenarios en los cuales ya estamos en una situación de final de vida, donde estamos con tratamientos que llegan a ser extraordinarios, fútiles o desproporcionados y donde se necesita tomar decisiones de manera adecuada para continuar con un tratamiento curativo, que probablemente no va a curar, sino que simplemente va a alargar la agonía de un paciente o en hacer una adecuación de estas medidas y poder proporcionar control de síntomas y calidad de vida”. 

En su oportunidad, el doctor Eugenio Miranda expresó que la gran carga de enfermedades crónico degenerativas derivadas de la transición alimentaria y la contaminación medio ambiental, causan incertidumbre y temor ante la posibilidad de no poder manifestar la autonomía frente a los tratamientos médicos y procedimientos quirúrgicos que se podría estar sujeto aun cuando las personas no se encuentren catalogadas como pacientes en fase terminal.

“Los adultos mayores fuera de una red familiar, matrimonios sin hijos que puedan velar por ellos, parejas del mismo sexo, divorciados o personas solas, pueden encontrar una guía y una forma útil y práctica en el contenido de este libro para hacer valer su dignidad a través de la autonomía, que permite una decisión informada al manifestarla por adelantado en una directriz anticipada, otogándoles el nombramiento de un representante para decisiones médicas”. 

Finalmente, el doctor Bernardo García Camino, autor de la obra, concluyó que en nuestro país las leyes de cuidados paliativos y voluntad anticipada necesitan llegar a todas las personas como un derecho para ejercer: “El desconocimiento de los temas y el miedo que tenemos para platicar acerca de la muerte en familia es algo que debemos eliminar, este libro busca implementación, no es teoría, y para eso, pretendemos que todos ustedes nos ayuden”.

Tomás Ortega