“El corazón es un órgano que no descansa. La frecuencia cardiaca normal promedio del corazón humano adulto sano es de 60 a 100 latidos por minuto. En un sujeto con una frecuencia de 70 latidos por minuto, esto significa que late 4,200 veces por hora y 100,800 veces por día. Si tomamos en cuenta un gasto de 5 litros de sangre por minuto, esto significa que el corazón mueve 7,200 litros por día y 2,628,000 litros al año, con un total de 36,792,000 latidos en esos 365 días. En una persona que vivió 70 años su corazón habrá dado más de 2.5 billones de latidos con un gasto de más de 183 millones de litros de sangre”, explicó el doctor Luis Antonio Moreno Ruiz, académico del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM.

En el marco del Día Mundial del Corazón, se realizó la 14ª Conferencia sobre Ciencias Básicas, organizada por la Coordinación de Comunicación Social de la Facultad, en la que el ponente presentó todo lo referente a este órgano. “En el año 2000 el doctor Antonio Bayés de Luna, cardiólogo español y Presidente de la Federación Mundial del Corazón (WHF), fue quien estableció el 29 de septiembre como el Día Mundial del Corazón, con la idea de hacer conciencia para implementar actividades que reduzcan el riesgo cardiovascular, ya que estas enfermedades representan la principal causa de muerte a nivel mundial”, recordó.

Durante la actividad transmitida en Facebook Live y YouTube, el ponente mencionó: “A partir del nuevo milenio, la WHF ha realizado campañas anuales con el objetivo de promover la salud cardiovascular. Los avances tecnológicos en el tratamiento farmacológico, intervencionista y quirúrgico de enfermedades cardiacas han disminuido la mortalidad, pero actualmente existe un estancamiento en la mortalidad debido al factor social, es decir, las acciones y cultura de la población también influyen”.

En ese sentido, el académico enfatizó la responsabilidad individual en el mantenimiento de la salud cardiovascular, sugiriendo que los hábitos de vida saludables, como una dieta equilibrada y la actividad física regular, son fundamentales para prevenir enfermedades. Además, resaltó la relevancia de la atención a los factores de riesgo modificables, tales como la hipertensión y la diabetes, que representan desafíos significativos para la salud pública a nivel global.

En México, gracias al “Código Infarto”, establecido desde el 2015 por el Instituto Mexicano del Seguro Social, se ha atendido de forma eficaz al sector de la población vulnerable con una cobertura que comprende la totalidad de la República Mexicana. “Se ha conseguido una reducción del 64 por ciento en la mortalidad por causas cardiovasculares en la población mexicana”. Del mismo modo, la Secretaría de Salud tiene un protocolo de acción para los pacientes que acuden por una urgencia de este tipo”, aseguró el expositor.

Con el mismo objetivo, organizaciones como la Asociación Americana del Corazón (AHA) han implementado nuevas formas de reducir el riesgo cardiovascular, como la introducción del concepto del “Síndrome cardiorenometabólico” en el que existen diferentes fases que inician con la obesidad con predominio de grasa visceral en donde existe un tejido adiposo disfuncional, estrés oxidativo y resistencia a la insulina, que de no ser atendidas de manera oportuna avanzarán a la presentación de factores de riesgo cardiovascular (diabetes, hipertensión y dislipidemia), posteriormente a la enfermedad cardiovascular subclínica y, finalmente, a los desenlaces como el infarto del miocardio, el evento vascular cerebral y la enfermedad renal avanzada.

Para reducir el impacto de este síndrome, la AHA propone la estrategia denominada “Life’s essential 8” que son recomendaciones para proteger el corazón: realizar actividad física aeróbica, dieta saludable, evitar el tabaquismo, mantener una higiene de sueño adecuada, así como el control del peso, la presión arterial, los niveles de glucosa y lípidos.

La estrategia HEARTS propuesta por la OPS/OMS y adoptada en nuestro país, tiene como finalidad el impactar tempranamente en las fases del Síndrome Cardiorenometabólico, a través de un modelo de salud centrado en el primer nivel de atención, para mejorar los índices de cobertura y control de los factores de riesgo cardiovascular.

El doctor Moreno Ruiz concluyó que es importante tomar conciencia sobre nuestra salud de forma integral; tarea que corresponde tanto a profesionales de la salud como a la población en general. Asimismo, invitó a la audiencia a poner en práctica las recomendaciones establecidas por la AHA. Finalmente, hizo especial énfasis en que la prevención es el eje principal para disminuir la mortalidad por enfermedades cardiovasculares en México y que el Día Mundial del Corazón nos recuerda la importancia de preservar lo más valioso que tenemos: una vida saludable.

Fernando Jacinto