En el marco del Día de Acción Global por el Acceso al Aborto Legal y Seguro (28 de septiembre), el Programa de Estudios de Género en Salud del Departamento de Salud Pública de la Facultad de Medicina de la UNAM dedicó la sesión número 34 del Cine debate con Perspectiva de Género a este tema, en el que se proyectó y analizó la película Nunca, casi nunca, a veces, siempre, dirigida por Eliza Hittman.

El evento contó con la ponencia de la doctora Diana Jhoseline Medina Leyte, egresada de la Licenciatura de Médico Cirujano, y quien colaboró en la Fundación Mexicana para la Planeación Familiar, desempeñándose como médica brigadista y capacitadora en programas de interrupción legal del embarazo y planificación familiar.

Al observar diversas escenas de la película, la ponente y personas presentes en la sesión realizada por Zoom entablaron un intercambio de ideas acerca del aborto y la violencia. La película narra la historia de una adolescente llamada Autumn, una chica callada e introvertida que trabaja como cajera en un supermercado, que se da cuenta que está embarazada. Ella decide buscar ayuda para interrumpir su embarazo, sin embargo, en la localidad en donde ella vive, en Pensilvania, la única manera en la que puede acceder al aborto es con el permiso de sus padres, algo que no quiere participarles.

La joven comparte la noticia con su prima Skylar, quien la apoya y comienza a su lado un viaje por la ciudad de Nueva York, para lograr realizarse este procedimiento. La doctora Medina Leyte resaltó la diferencia entre despenalización del aborto, que es cuando el personal de salud y las personas con capacidad de gestar no se les puede meter a la cárcel por tomar esta decisión, y legalizar, que es cuando el Estado tiene que proveer los recursos para realizar este procedimiento.

Aunque ya está legalizado el aborto en la Ciudad de México, existen muchas clínicas en las que aún violentan y llenan de desinformación y miedo a la usuaria para que no se lo realice: “La finalidad de legalizar el aborto es que cualquier persona, independientemente de su nivel socioeconómico, pueda acceder a una interrupción sin riesgo de muerte, ya que muchas veces sectores de la población que no tenían acceso a una clínica segura utilizaban cualquier herramienta y por eso perdían la vida”, comentó la doctora Medina Leyte, colaboradora de la colectiva feminista “Michis Aborteros” con campañas de sensibilización sobre aborto autogestivo y educación menstrual.

Ante una escena en la que insultan a la protagonista, la doctora Medina Leyte expresó que muchas veces normalizamos la violencia que pasa en la pareja con lo que vemos y aprendemos desde casa, por lo que es necesario tratar de mantenerse empáticos con las situaciones que no conocemos: “Lo que a veces necesitamos más que criticar o aconsejar a una persona que vive una situación de violencia, es simplemente escucharla y acompañarla en su proceso, para que cuando la víctima se sienta lista, tenga una red de apoyo para tener una mejor situación”, declaró.

Aunado a esto, compartió el concepto de coerción o maltrato reproductivo, que es cuando una persona trata de convencer a otra de hacer algo a la fuerza, como amenazar con terminar la relación si no quieren tener intimidad u obligar a alguien a no usar métodos anticonceptivos.

Por su parte, la maestra Samantha Flores, Coordinadora del Programa Institucional de Cultura de Igualdad de Género y organizadora del Cine debate, mencionó que “cuando las violencias están tan normalizadas y arraigadas a la cultura de una sociedad, es aún más complicado identificar el daño que hacen y que las víctimas puedan salir de allí. Abrirse al diálogo no es fácil, no es sencillo romper esas estructuras en las que nos dicen que ‘calladitas nos vemos más bonitas’, por lo que visibilizar y aceptar el problema es el primer paso para encontrar soluciones enfocadas al cambio”.

Ambas destacaron la necesidad de tener servicios de salud empáticos ante la noticia de un embarazo, ya que muchas veces en la Licenciatura no se les enseña cómo abordar este tipo de noticias y lo difícil que puede ser para muchas mujeres recibir esta información. Las personas participantes agradecieron este espacio de diálogo que muchas ocasiones no han tenido a lo largo de sus trayectorias precisamente por el miedo de hablar del tema.

La doctora Medina Leyte cerró la sesión informando que se eligió realizar la actividad también con motivo de la conmemoración del Día Nacional para la Prevención del Embarazo No Planificado en Adolescentes: “Con estas acciones buscamos proteger el futuro de nuestras juventudes. La educación, el acceso a servicios de salud y el respeto a sus derechos son las mejores herramientas para transformar su vida y su entorno”, expresó.

Alan Valdez