Con el objetivo de informar sobre la importancia del retrete en los sistemas de gestión de desechos y en la prevención de infecciones, la vigésima sesión del 2º Ciclo de Conferencias de Ciencias Básicas, organizada por la Coordinación de Comunicación Social, se dedicó a este tema para concientizar a la población sobre su impacto en la salud pública, en la higiene y en el medio ambiente.


Durante la conferencia transmitida por Facebook, la doctora Lucía Jiménez García, académica del Departamento de Microbiología y Parasitología de la Facultad de Medicina de la UNAM, subrayó la importancia de no sólo contar con retretes adecuados, sino también con sistemas de gestión seguros de aguas residuales para reducir la prevalencia de parasitosis y enfermedades infecciosas en las comunidades. Además, explicó que en la antigüedad el uso de estas aguas contaminaban los alimentos con huevos de parásitos y quistes de protozoarios, generando múltiples infecciones.
Asimismo, recordó que la Organización Mundial de la Salud estableció el 19 de noviembre como el Día Mundial del Retrete para concientizar sobre estos problemas y promover el acceso a instalaciones sanitarias seguras, resaltando que este año el tema es el “Saneamiento para la paz”, enfocado en los riesgos que enfrentan las comunidades en conflictos, donde las instalaciones sanitarias pueden ser destruidas o quedar inhabilitadas.


La doctora Jiménez García destacó que alrededor de mil 500 millones de personas están infectadas por geohelmintos o gusanos intestinales transmitidos por suelos contaminados, y que en América Latina 1 de cada 3 personas se ve infectada por alguno de estos agentes patógenos. De igual forma, enfatizó que en México la prevalencia de infecciones es alta debido a las deficiencias en los sistemas de saneamiento básico.
Posteriormente, señaló la importancia de contar con sistemas de saneamiento gestionados de forma segura para prevenir enfermedades infecciosas, destacando que los retretes no deberían ser compartidos entre hogares y que los excrementos sean eliminados o retirados fuera del terreno de la vivienda. Sin embargo, mencionó que aún existen retos como las instalaciones compartidas o no mejoradas, así como la práctica de la defecación al aire libre, la falta de control adecuado en la gestión de residuos y los tratamientos apropiados para gestionar enfermedades como la salmonelosis, geohelmintiasis o el rotavirus, que representan un riesgo importante para la salud en las comunidades.


“Hay muchísimos casos en que las personas se auto medican, se mejoran de los síntomas y ya no van al servicio hospitalario o al servicio médico. Eso no quiere decir que se fueron los parásitos, solamente los síntomas mejoraron, pero el parásito sigue ahí, por lo que después de 2 o 3 semanas, incluso hasta 2 meses después, volvemos a tener la sintomatología”, dijo.
Finalmente, la doctora Jiménez García enfatizó la importancia de desechar el papel en el excusado, ya que éste está diseñado para disolverse rápidamente en el agua debido a sus fibras cortas y su pegamento soluble. Además, remarcó que esta práctica evita que los residuos de materia fecal queden expuestos al aire libre o en bolsas de plástico, lo que podría facilitar la maduración de huevos de parásitos y provocar infecciones, asegurando que, si los desechos son eliminados de forma segura, se contribuye a la prevención de enfermedades por organismos patógenos que se pueden encontrar en las heces.
Arturo Osorio