Durante la Ceremonia de Clausura del CLXI Año Académico de la Academia Nacional de Medicina de México (ANMM) se entregó la Presea “Miguel F. Jiménez” a los académicos que cumplieron 50 años de haber ingresado a este órgano consultivo del gobierno federal, ellos fueron los doctores: Jorge Martínez Manautou, Aline Shunemann Hofer de Aluja, Rubén Argüero Sánchez, Carlos Eduardo de la Rosa Laris, Guillermina Yankelevich Nedvedovich y Samuel Karchmer Krivitzky.

En representación de los premiados, el doctor Rubén Argüero manifestó: “Es para mí un gran honor y un gran placer recibir un reconocimiento de la Academia Nacional de Medicina, lugar en el que se encuentran los médicos que por su esfuerzo en el campo de la Medicina y en particular en la vida académica han alcanzado un sitial en esta centenaria institución, que cuenta con una trayectoria e historia indiscutibles”.
Asimismo, recordó que en el centésimo quincuagésimo aniversario, el 12 de mayo de 2014, se entregó por primera vez este reconocimiento en honor del doctor Miguel F. Jiménez, quien fue Presidente de la Academia en cuatro ocasiones y formó a centenares de médicos, “su brillante historia nos deja trazadas las huellas que debemos seguir”, aseguró.
Por otro lado, el también Profesor Emérito de la Facultad de Medicina de la UNAM rememoró: “Recuerdo cuando recibí la invitación del doctor Carlos R. Pacheco a ingresar a esta prestigiosa Institución, jamás hubiese imaginado que me encontraría en una ceremonia tan emotiva como la presente. Organismo en el que el doctor Pacheco presentó mi tesis de licenciatura ‘Producción experimental y tratamiento de defectos septales intracardiacos’ en la última sesión que se hizo en el lugar que ocupó, durante 81 años a partir de 1878, como recinto oficial la Academia en una sala del 2° patio en la Antigua Escuela de Medicina hoy Palacio de Medicina, ya que desde 1961, el Instituto Mexicano del Seguro Social asignó gran parte del bloque “B” de la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional para que fuera sede de la Academia”.
El doctor Argüero Sánchez resaltó los valores de los homenajeados: “A 50 a años de su ingreso a esta centenaria institución, todos se han dedicado al estudio, al trabajo y a la profesión médica con perseverancia, honestidad, amor al semejante y con probidad; a veces los elogios podrían parecer excesivos, pero sin duda los próceres de la Medicina del siglo pasado son ‘Los Príncipes de la Cirugía y Medicina’”.
Del mismo modo, destacó que “los mejores profesores, aún muy jóvenes, fueron invitados a investirse como académicos y con el paso de los años, profesores de la Escuela de Medicina, de la Facultad, han ocupado la Dirección de la misma, incluso varios fueron rectores de la UNAM. Por otro lado, numerosos académicos dirigieron hospitales o participaron como funcionarios de instituciones sanitarias, estatales, nacionales e internacionales. Muchos de los académicos han sido distinguidos al ponerle su nombre a hospitales, aulas, salones de actos en las escuelas de Medicina, calles, parques públicos y colonias de la ciudad de México y de otras entidades del país”.
“De esta manera en los 50 años de vida académica, vivimos muchas experiencias como la transformación de connotados personajes, fortalecidos líderes, glorias nacionales; algunos han acumulado, logros y triunfos, encumbradas posiciones; otros fallecieron humildemente y con carencias, pero todos contribuyeron a la permanencia y persistencia de la Academia Nacional de Medicina”, resaltó.


Fotografía: Carlos Díaz y Benjamín Chaires
Al agradecer a su familia, amigos, colegas y autoridades, el doctor Argüero Sánchez reflexionó que “de esta prestigiosa institución, durante mi vida de academia, he recibido todo. Me doy cuenta y estoy consciente que lo que hoy se me otorga en este grandioso recinto, y en el marco de solemnidad inolvidable, representa la consagración de toda una vida académica”.
Lili Wences