“Después de la pandemia de COVID-19 se ha incrementado significativamente el número de casos de anemia aplásica adquirida, afectando especialmente a jóvenes de entre 20 y 25 años, que se considera periodo de edad productiva, por lo que representa un importante impacto tanto en la salud pública como en la economía”, señaló el doctor Moisés Xólotl Castillo, académico del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, durante su conferencia sobre el manejo de esta enfermedad.
Como parte de la 24° sesión del 2°ciclo de Conferencias sobre Ciencias Básicas, la Coordinación de Comunicación Social organizó la plática Manejo de la anemia aplásica adquirida “Inmunosupresión y trombopoyéticos”, donde el especialista inició con un panorama general de la enfermedad y su prevalencia en el mundo después de la pandemia ocasionada por el virus SARS-CoV-2.
“La anemia aplásica adquirida, una enfermedad autoinmune que afecta la médula ósea, presenta variaciones significativas en su incidencia global. Mientras que en Estados Unidos y Europa se registran aproximadamente dos casos por millón de habitantes, en Asia la frecuencia es notablemente mayor, alcanzando hasta 14 casos por millón en Japón”, explicó el experto.
Durante la actividad transmitida por YouTube y Facebook Live, el académico detalló el mecanismo de la enfermedad: “El sistema inmune ataca las células madre hematopoyéticas, lo que resulta en una disminución crítica de leucocitos, plaquetas y glóbulos rojos en la sangre. Esto expone a los pacientes a un mayor riesgo de infecciones y hemorragias, comprometiendo seriamente su calidad de vida”.
En cuanto a las opciones terapéuticas actuales, el especialista destacó dos enfoques principales: “El tratamiento contemporáneo se basa en la combinación de ciclosporina, globulina antitimocito y eltrombopag. En casos más severos, el trasplante de células progenitoras hematopoyéticas se presenta como una alternativa crucial, especialmente en pacientes menores de 40 años, donde las tasas de curación son significativamente más altas”.
Un aspecto relevante que se abordó durante la conferencia fue el papel del microambiente proinflamatorio en la enfermedad. “Las células troncales mesenquimales y las interleucinas 6 y 10 juegan un papel fundamental en la fisiopatología de la enfermedad. La comprensión de estas interacciones es crucial para el desarrollo de nuevos tratamientos”, señaló el ponente.
El expositor enfatizó la importancia de la detección temprana: “Los síntomas como fatiga persistente y tendencia a desarrollar moretones deben ser señales de alerta. La identificación y el tratamiento oportuno son fundamentales para mejorar el pronóstico de los pacientes”.
La investigación actual se centra en comprender mejor la correlación entre las células troncales mesenquimales y las citocinas en pacientes con esta enfermedad. “Estamos evaluando cómo estas interacciones cambian después del tratamiento, lo que podría abrir nuevas vías terapéuticas”, explicó el especialista.
El doctor Xólotl Castillo concluyó que aún es necesario una mayor cantidad de investigación y concientización sobre esta enfermedad, especialmente considerando su incremento post-COVID. “Es fundamental que tanto la comunidad médica como la población general estén informadas sobre esta condición, sus síntomas y la importancia de buscar atención médica oportuna”, sentenció.
Fernando Jacinto