Mi nombre es María Elena Guerra González, soy estudiante de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana (LCNH). Mi motivación para estudiarla comenzó gracias a una profesora en la preparatoria, que como nutrióloga nos enseñaba con tanta pasión, transmitiendo el amor por la nutrición a través de sus clases y datos relevantes. Esa inspiración me llevó a investigar más sobre la carrera y descubrir lo amplia y diversa que es, abarcando desde la investigación científica hasta la intervención social y clínica.

Lo que más me ha interesado en mi formación es el área de la nutrición en instituciones, y percatarme de cómo podemos influir e impactar en la vida de las personas. Es impresionante cómo la nutrición adecuada puede acelerar la recuperación de los pacientes, o ayudar en comedores comunitarios con una alimentación balanceada, ya que puede marcar la diferencia cuando se trata de comunidades con limitaciones económicas que sólo pueden permitirse una comida al día. Poder contribuir a que estas personas tengan una alimentación más completa y variada ha sido una de las experiencias más enriquecedoras.


Ver cómo los demás se interesan por aprender sobre nutrición y cómo mis explicaciones pueden ayudarles a mejorar su bienestar ha sido una de las satisfacciones más grandes de mi vida. Es increíble cómo, a través de pequeños consejos o explicaciones, uno puede cambiar la perspectiva de las personas sobre su salud y su alimentación.
En el futuro, me gustaría explorar más a fondo la nutrición en personas con discapacidad, un campo que siento que aún tiene mucho por desarrollar. Tuve la oportunidad de hacer participación social en una fundación para personas con discapacidad, y fue una experiencia única que me permitió comprender cómo la nutrición impacta para mejorar la calidad de vida de este grupo de personas.


No sólo debemos proporcionar consulta individual, sino también contribuir a la educación de la población sobre hábitos alimenticios saludables, e impulsar políticas públicas que favorezcan la nutrición en comunidades vulnerables. Si bien cambiar los hábitos de las personas es complicado, no es imposible. Con el enfoque adecuado, podemos generar un cambio gradual pero significativo.


Cada persona es única, y su relación con la comida puede ser mucho más profunda de lo que imaginamos. La nutrición es mucho más que simplemente comer: es una forma de cuidar el cuerpo y la mente, y tiene un impacto profundo en la vida de cada individuo.


Uno de los mayores retos que he enfrentado a lo largo de mi carrera ha sido encontrar el equilibrio entre mis estudios, mis entrenamientos deportivos, y mis responsabilidades personales. Sin embargo, lo más importante ha sido el apoyo constante de mi red de seres queridos: mis profesores, amigos, entrenadores y familia. Gracias a ellos, he logrado seguir adelante y llegar hasta aquí.


En cuanto a la igualdad de género, personalmente no he experimentado barreras significativas en mi carrera, pero creo que es fundamental seguir fomentando oportunidades para ambos géneros. La igualdad no debe ser sólo un concepto, sino una realidad en la que todos podamos desarrollarnos profesionalmente, independientemente de nuestro sexo. Cada uno tiene algo valioso que aportar, y poco a poco podemos ir rompiendo los estigmas y estereotipos que existen, creando un entorno más equitativo para todos.