El diagnóstico en Psiquiatría, hasta el día de hoy, sigue siendo predominantemente clínico debido a que las enfermedades mentales se caracterizan principalmente por síntomas como cambios en el estado de ánimo, la cognición, las emociones y el comportamiento, los cuales se obtienen y analizan a través de la historia clínica detallada y la evaluación directa del paciente. Los médicos psiquiatras se basan en entrevistas clínicas, observación y exploración para realizar un diagnóstico preciso.

En contraste, las pruebas complementarias, como el electroencefalograma (EEG), no son herramientas diagnósticas primarias en Psiquiatría, ya que no permiten identificar de manera directa trastornos mentales específicos. El EEG y otras pruebas de diagnóstico por imágenes o neurofisiológicas complementan el diagnóstico clínico al proporcionar información adicional, pero no reemplazan la evaluación clínica fundamental.

“La electroencefalografía por sí sola es de escaso valor para la mayoría de los pacientes psiquiátricos porque las alteraciones encontradas en este estudio muchas son inespecíficas y no tienen relevancia diagnóstica”, indicó el doctor Eduardo Esquivel González, médico especialista en Psiquiatría, integrante del Grupo de Trabajo de Elaboración y Actualización de Protocolos de Atención Médica en Salud Mental.

 Durante la cuarta sesión del Seminario de Actualización en Salud Mental, transmitida por YouTube, el maestro Gerardo Ramiro Luna Guevara, académico del Departamento de Psiquiatría y Salud Mental (DPSM) de la Facultad y moderador de la actividad de difusión organizada por la doctora Ingrid Vargas Huicochea, Coordinadora de Investigación del DPSM, mencionó que el EEG es uno de los estudios médicos que más se utiliza en Neurología y Psiquiatría para registrar la actividad eléctrica de un grupo de células neuronales de la corteza cerebral. 

El doctor Eduardo Esquivel resaltó que hay que tener en cuenta que el hecho de que haya síntomas clínicos y alteraciones en el electroencefalograma no implica necesariamente alguna correlación, pues pueden ser simplemente fenómenos paralelos porque muchas veces “hay pacientes que tienen epilepsia con EEG normales, pero también hay pacientes sin epilepsia que pudieran tener un EEG anormal”, por ello recalcó que en Psiquiatría siempre es mejor solicitar un estudio de laboratorio o gabinete solamente si éste tendrá una implicación pronóstica, diagnóstica y terapéutica.  

El doctor Esquivel González concluyó que es importante regular la calidad técnica de la interpretación de estos estudios para utilizarlos rigurosamente en situaciones clínicas que lo justifiquen. 

Matzayani Panfilo