Con el objetivo de establecer un amplio diálogo en torno a los desafíos éticos actuales, destacando la vulnerabilidad y la dignidad como ejes centrales, y fomentar la colaboración interdisciplinaria para enfrentar los dilemas éticos emergentes, los pasados días 23 y 24 de junio se realizó el III Congreso Internacional de Ética y Bioética “Afrontando los desafíos de la vulnerabilidad y la dignidad en nuestro tiempo”.

En este magno evento realizado en el Palacio de la Escuela de Medicina, a través de conferencias magistrales, simposios, ponencias, talleres y actividades culturales se exploraron temas clave como la ética y la bioética en el desarrollo de la inteligencia artificial en la salud, en el medio ambiente, en relación con la discapacidad, así como la ética en la enseñanza médica y en las políticas de salud pública, y se expusieron problemas éticos que no sólo se refieren a la medicina y la atención a la salud, sino a problemas sociales que México enfrenta actualmente.

Inauguración

La inauguración del congreso estuvo presidida por la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, Directora de la Facultad de Medicina, quien subrayó que “la bioética y la ética médica deben asumir un papel crítico y activo en la construcción de una sociedad más justa e inclusiva, en la transformación de las políticas de salud, en la defensa de los derechos humanos y en la promoción de la dignidad como principio. Este congreso es, precisamente, una invitación a explorar esas nuevas aproximaciones, a repensar nuestras instituciones y nuestras prácticas en favor de un mundo más equitativo”.

Además, agradeció a las instituciones organizadoras y colaboradoras durante este evento, y subrayó que “el tema que hoy nos convoca, la vulnerabilidad, ha sido desde los orígenes de la bioética y la ética médica un concepto clave para identificar a pacientes y grupos en riesgo frente a daños, injusticias o inequidades en el acceso a la salud”, reconociendo que  no sólo atañe a ciertas poblaciones, sino que se refiere a múltiples situaciones y condiciones a las que se debe estar atentos para no acrecentar estas vulnerabilidades. 

Posteriormente, el doctor Patricio Santillán Doherty, Comisionado Nacional de Bioética, destacó que “tenemos que dejar de ver antropocéntricamente al ser humano, como un centro de todo lo que pasa en el ámbito de la salud y tenemos que empezar a voltear a ver lo que está sucediendo con animales no humanos, con las plantas y con el medio ambiente”.

En la ceremonia se brindó un reconocimiento por su trayectoria en bioética a tres destacados académicos e investigadores en este campo del conocimiento; primero se condecoró a la doctora María de las Mercedes Guadalupe de la Garza, Investigadora Emérita de la UNAM y del Sistema Nacional de Investigadoras e Investigadores. Su obra escrita centrada en la historia, la religión, el arte plástico y la literatura mayas consta de 25 libros y 175 artículos y capítulos en libros publicados tanto en México como en otros países. Ha sido curadora de cinco exposiciones tanto nacionales como internacionales y dirigió el Museo Nacional de Antropología.

También se le entregó un reconocimiento al doctor Carlos Viesca Treviño, profesor titular de tiempo completo del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina, donde ocupó la jefatura de 1983 a 2002. Actualmente, es Coordinador del Seminario Interdisciplinario de Bioética, entidad organizadora de este congreso, y es miembro de la Academia Internacional de Filosofía de la Ciencia, de la Academia Nacional de Medicina de México, de la Academia Mexicana de Cirugía y de la Academia Mexicana de Bioética. Es presidente honorario de la International Society for the History of Medicine, y de la Academia Panamericana de Historia de la Medicina.

El último condecorado fue el doctor Fernando Lolas Stepke, quien obtuvo el grado de médico psiquiatra por la Universidad de Chile y la especialidad de medicina psicosomática en la Universidad de Heidelberg en Alemania, es Director del Centro Interdisciplinario de Estudios en Bioética y del programa en Ética Global del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile. Miembro de número de la Academia Chilena de la Lengua y académico correspondiente de la Real Academia Española. 

“En este encuentro convergen distintas perspectivas de las ciencias y las humanidades en torno a dilemas éticos de la salud, la ciencia y la sociedad contemporánea. Acerca de dos asuntos que son clave para el desarrollo humano y, por supuesto, para el desarrollo de los países: la vulnerabilidad y la dignidad”, concluyó el doctor Miguel Armando López Leyva, Coordinador de Humanidades de la UNAM al inaugurar este magno evento.

En el presídium también estuvieron presentes la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, Secretaria General de nuestra Facultad; la doctora Mary Frances Rodríguez Van Gort, Directora de la Facultad de Filosofía y Letras; el doctor José Moya Medina, representante en México de la OPS/OMS; y el doctor Francisco Javier Ochoa Carrillo, Presidente de la Academia Nacional Mexicana de Bioética.

Formación bioética para el desarrollo de capacidades dirigidas a disminuir las vulnerabilidades en el proceso de atención a la salud: El papel de la colaboración intersectorial 

“El papel de la Facultad de Medicina es crucial en el liderazgo y en la formación de profesionales de la salud en México”, por “la capacidad que hemos tenido históricamente de influir en los modelos de enseñanza, en la normatividad y en la generación de conocimiento en general”, destacó la doctora Ana Carolina Sepúlveda Vildósola, quien participó en esta mesa redonda dirigida por la doctora Carolina Consejo y Chapela, Jefa de Área Médica en la Unidad de Educación e Investigación en Salud del IMSS; asimismo, la Directora de nuestra Facultad presentó las acciones que se han seguido para fortalecer la formación ética y bioética del estudiantado.

Posteriormente, el doctor Patricio Santillán Doherty habló acerca de la importancia de la intersectorialidad para la formación bioética, y destacó que “la atención de la salud ya no es ámbito exclusivo de la medicina como profesión, ya que tenemos muchas otras profesiones que nos acompañan de manera muy importante en este ámbito”. Asimismo, concluyó que “tenemos que ver todas las capas de vulnerabilidades que rodean a cada una de las personas que forman parte de nuestra sociedad. No es fácil, pero nadie dijo que teníamos que hacerlo fácil, sino tenemos que hacer lo que es difícil”.

En su participación, la doctora Marta Margarita Zapata Tarrés, titular de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, habló acerca de cómo reducir las vulnerabilidades en los médicos residentes y especialistas, mencionando que “fortalecer la parte ética no puede hacerse de manera solitaria, necesitamos la acción coordinada de muchas instituciones, como estamos aquí el día de hoy, hospitales, universidades, organizaciones sociales y gobierno. Aliar a todas estas instancias va a lograr que tengamos estudiantes y residentes más justos, más humanos y menos propensos a reproducir desigualdades y maltratos”.

La doctora Laura Cortés Sanabria, Directora General de Calidad y Educación en Salud de la Secretaría de Salud, destacó la importancia de la formación bioética en profesionales, y comentó que es importante buscar este perfil, ya que “busca transformar la atención médica en una práctica más cercana, más justa y consciente del contexto cultural emocional y social del individuo promoviendo la salud como un derecho humano”.

Finalmente, la doctora Rosana Pelayo Camacho, titular de la Unidad de Educación e Investigación en el IMSS, habló de los compromisos de la institución para establecer una agenda intersectorial dirigida a la formación bioética que disminuya las vulnerabilidades, y mencionó que “desde la educación y la investigación estamos muy comprometidos a la generación y formación de agentes morales justos, tanto los docentes, las autoridades y, por supuesto, los médicos en formación, con un compromiso de la erradicación de la violencia”.

Genómica de poblaciones y tradición indígena: Problemas éticos

“Es un hecho que la genómica de poblaciones afecta de manera directa y profunda los estudios históricos y antropológicos sobre las comunidades indígenas y particularmente inciden los aspectos éticos y las cuestiones sociales implicados en el multiculturalismo. (Es importante) el reconocimiento de los derechos indígenas a crear y mantener su propia cultura, a la autonomía, al respeto, a la dignidad y a la igualdad”, comentó la doctora Mercedes Guadalupe de la Garza Camino en esta conferencia magistral, en la cual se plantearon cuestiones éticas y los posibles peligros de la manipulación genética y el control social por medios biológicos de poblaciones indígenas si es que no existen regulaciones adecuadas.

Sistemas tanáticos, moral y muerte

“Por más que la muerte sea un asunto personal y a veces se reduce a la relación entre un moribundo y las personas que le cuidan, existe todo un sistema social alrededor del hecho de morir que conviene considerar tanto en sus variantes culturales como en sus variantes también de naturaleza teológica”, afirmó el doctor Fernando Lolas Stepke, quien profundizó en las cuestiones éticas que se relacionan al “sistema de morir” y destacó que “siempre que discutimos sobre leyes de eutanasia, ortotanasia, las formas anómalas como la distanasia, nos concentramos en la muerte, pero en realidad lo que estamos considerando siempre es el bien morir”.

Panorama de la bioética en México

“La actividad bioética no sólo atañe a la actividad hospitalaria, sino que va más allá de las actividades que se dan dentro de los hospitales”, indicó el doctor Patricio Santillán Doherty, quien presentó en su conferencia magistral las diferentes funciones de la Comisión Nacional de Bioética, que van más allá del sector de la salud, pues se incluyen a otros seres vivos y el medio ambiente. Asimismo, habló de la necesidad de desarrollar políticas públicas y unificación de comités para abordar temas de interés social que permitan procurar una cultura bioética que sea accesible para todos.

Mejorando nuestra concepción de la vulnerabilidad: De la ética de la investigación a la ética de la salud pública

La doctora Carla Saenz, Asesora Regional en Bioética de la OPS/OMS, brindó en su conferencia magistral una reflexión acerca del concepto de vulnerabilidad, el cual “permite guiar un análisis ético” a través de entenderla como una serie de “capas” contextuales y dinámicas. En esta perspectiva, se permite un análisis ético con soluciones específicas, evitando exclusiones injustas en la investigación y vigilancia en salud pública. “Uno puede experimentar distintas capas sobrepuestas de vulnerabilidad. Y hacer un análisis de capa por capa, busca que para cada una de ellas pensemos en una salvaguarda exactamente para lo que causa esa vulnerabilidad”, aseguró.

Bioética, dignidad y derechos humanos

En esta  mesa redonda moderada por la doctora Gabriela Yanet Cortés Moreno, Directora de Investigación de la Comisión Nacional de Arbitraje Nacional, la doctora Nashieli Ramírez Hernández, Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, indicó que “el concepto de dignidad por sí mismo y en términos de su relación con los derechos humanos, como un principio fundamental, es un principio que se ha ido cambiando, que evoluciona, que es histórico, que es progresivo como cualquier característica de los propios derechos humanos”.

Asimismo, apuntó que “no podemos hablar, ni valorar, ni utilizar el vínculo de dignidad con los dilemas bioéticos en la medicina e investigación si no lo hacemos con categorías como la autonomía y la participación de las personas en todas sus diferencias”, ya que la dignidad debe de ser un eje rector en todas las políticas públicas, y en ese sentido no sólo como principio ético, sino como base de toda la justicia y transformación social.

Por otra parte, en los últimos años los sistemas de salud han enfrentado importantes desafíos que han puesto a prueba no sólo su capacidad técnica, sino también su compromiso con la ética, la unidad de las personas y el respeto a los derechos humanos, por ello la doctora Odet Sarabia González, Comisionada Nacional de Arbitraje Médico, mencionó que “una cultura justa es cuando tenemos el conocimiento para poder tomar nosotros decisiones, por lo que tenemos que ir construyendo una cultura de calidad y de seguridad dentro de las unidades médicas”.

De igual forma, el doctor Víctor Martínez Bullé Goyri, investigador del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, explicó que “la bioética tiene que empaparse también, no sólo de la reflexión filosófica, sino de esa ética que se ha ido construyendo a lo largo de la historia de la humanidad, donde el derecho es ese reservorio ético”, ya que hoy en día nos enfrentamos a un reto que anteriormente no estaba en discusión, que es la introducción de la tecnología y los movimientos sociales.

Finalmente, la doctora Sarabia González, expresó que “no es suficiente con tener un diploma o un título universitario para decir que nuestra práctica es ética o de calidad, eso se construye con el tiempo y es algo que cada uno de nosotros debemos de ir trabajando día con día”.

“No podemos obligar a la gente a actuar de manera ética, tampoco podemos obligar a la autoridad a respetar los derechos humanos, pero se actúa más éticamente cuando la gente tiene información, formación y conocimiento”, concluyó el doctor Martínez Bullé Goyri.

Clausura

Para concluir las jornadas, se realizó la entrega de reconocimientos a los ganadores de las distintas categorías. En “Carteles libres” el primer lugar fue otorgado a la doctora María José Montes Velázquez y colaboradores con el título “Regulación de la maternidad subrogada en México y el contraste con otros marcos legales internacionales”. Con un empate, el segundo lugar lo obtuvieron la doctora María Renata Olmos Jiménez y colaboradores con el trabajo “Atención médica y protocolos en casos de violencia sexual, una perspectiva bioética” y el doctor Alan Erik Rafael Pérez y colaboradores con el trabajo “A propósito de un caso complejo de leucodistrofia: Discusión de aspectos bioéticos en cuidados paliativos pediátricos”; el tercer lugar se lo llevó la doctora Shantal Lucero Ayala Licona y colaboradores con el trabajo “El síndrome de burnout en estudiantes de medicina: Un análisis de los desafíos éticos en la formación médica”.

En la categoría de “Ponencias” el primer lugar fue para la doctora Adriana Díaz Anzaldúa con el trabajo “Implicación del principio de justicia en el uso de tecnologías digitales para la investigación en salud mental durante el periodo de distanciamiento social de la pandemia de COVID-19”, el segundo sitio lo ganó la doctora Nélida Villafuerte Cosme con el trabajo “Bioética, una invitación al diálogo intercultural para el desarrollo de habilidades socioemocionales”, y el empate de tercer lugar lo obtuvieron la doctora Esther Montserrat Silva Llerenas con el trabajo “Autonomía y dignidad de las personas con capacidad de estar en la gestación por sustitución en México” y el doctor Juan Garza Ramos, que recibió en representación del doctor Darío Jorge Molina Díaz, quienes presentaron el trabajo “Presupuestos suficientes para los programas de salud: Responsabilidad adicional de las comisiones nacionales de bioética”.

El doctor Víctor Manuel Martínez Bullé Goyri brindó unas palabras en las que destacó que “la bioética, es inter, trans y multidisciplinaria”; además mencionó que “el gran impulso a la bioética en este país se hace debido fundamentalmente a las ciencias médicas. Y se han visto muy impactadas por el desarrollo científico y tecnológico que ha cambiado muchos de los temas que aborda la medicina”. 

En esta ceremonia presidida por la doctora Gabriela Borrayo Sánchez, se subrayó el agradecimiento a los equipos organizadores por el trabajo coordinado que permitió la realización del congreso, las felicitaciones a los participantes y a los ganadores de las diferentes categorías del concurso, asimismo nuestra Secretaria General concluyó: “Esperamos que las discusiones, los debates que se han generado en este tercer congreso tengan un impacto duradero en nuestra práctica médica y en nuestra sociedad, que es tan necesario”.

El evento contó con 50 conferencistas y 58 ponentes de trabajo libres, que compartieron sus investigaciones y reflexiones en conferencias magistrales, simposios, mesas redondas, presentaciones orales y carteles.

En total, durante la jornada se registraron 1,871 participantes, tanto de forma presencial como virtual, a quienes se les otorgaron constancias de asistencia y valor curricular. Se contó con la participación internacional de 12 países, incluidos México, Colombia, Argentina, Ecuador, Guatemala, Perú, El Salvador, España, Bolivia, Estados Unidos, Venezuela y Cuba, así como de 130 instituciones nacionales e internacionales. 

En el presídium también estuvieron presentes la doctora Nuria Díaz San Juan, Coordinadora Ejecutiva del Palacio de la Escuela de Medicina; la doctora Mariblanca Ramos Rocha, Jefa del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina; el doctor Carlos Viesca Treviño, académico del Departamento de Historia y Filosofía de la Medicina; y la licenciada Indrani Morales Astudillo, responsable del Programa Institucional de Ética y Bioética.

Alí González y Lucero Panfilo