Del 5 al 26 de junio, la Facultad de Medicina, a través de la Coordinación de Comunicación Social, en colaboración con la Facultad de Arte y Diseño, realizó el curso-taller intersemestral de pintura “Arte, Ciencias de la Salud y Emociones”, el cual permitió a las y los alumnos participantes hacer un reconocimiento del cuerpo no sólo desde una perspectiva anatómica o fisiológica, sino también desde la propiocepción, la conciencia corporal y emocional. También, se abordó el autocuidado y el cuidado mutuo como prácticas necesarias para su formación y su bienestar.

La maestra Rocío García Durán, psicóloga, especialista en Arte-Terapia, afirmó que “este taller es un espacio en donde las y los participantes pueden expresar y plasmar sus emociones  de manera segura y traducir todo lo que fluye en su sentir a través del arte. Utilizando herramientas como el dibujo, la pintura, modelos o collages, las y los alumnos hacen conciencia sobre la maravilla del funcionamiento del cuerpo humano y la importancia de escuchar y atender las necesidades que se manifiestan a través del mismo”.

Asimismo, destacó la participación entusiasta de la comunidad estudiantil de la Facultad de Medicina: “Manifestaron interés por seguir participando en estas actividades académicas y técnicas, ya que todos los asistentes tienen un artista interior que los acompaña y estos talleres los ayudarán a que florezca y se complemente su lado artístico y médico que hay en ellos”. 

En su oportunidad, la maestra Mariana Romero Valencia, artista visual y docente de la Facultad de Artes y Diseño, aseguró que “impartir este taller fue una experiencia profundamente enriquecedora. Me sorprendió gratamente la entrega y apertura con la que las y los estudiantes participaron en cada una de las actividades propuestas. Su implicación me permitió constatar, una vez más, la importancia de seguir promoviendo espacios como este dentro de contextos académicos altamente demandantes”.

Detalló que se reflexionó “sobre la importancia de cultivar la creatividad y la sensibilidad artística como recursos que amplían nuestra capacidad de expresión, escucha y conexión con nosotrxs mismxs y con lxs demás. Estas cualidades, lejos de estar al margen de la práctica médica, pueden convertirse en aliadas esenciales en el vínculo con los futuros pacientes y en la forma en que se ejerce el cuidado”.

Al cierre, varias alumnas compartieron que disfrutaron mucho la experiencia y que se llevan consigo reflexiones valiosas para su vida cotidiana. “Eso nos anima a seguir abriendo estos espacios donde la expresión, la escucha y la sensibilidad también formen parte del aprendizaje”, finalizó.

Lili Wences