El señor Yasushi Takase y el doctor Germán Fajardo

La Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por su sigla en inglés) y la empresa Nihon Kohden donaron a la Facultad de Medicina (FM) de la UNAM 20 desfibriladores de entrenamiento y 19 desfibriladores externos automáticos que servirán para capacitar a quienes integran la comunidad de la Facultad, a fin de que cuenten con los conocimientos necesarios para salvar al mayor número de personas con un ataque cardiorrespiratorio.

En el auditorio “Doctor Fernando Ocaranza”, el doctor Germán Fajardo Dolci, director de la FM, recibió estos instrumentos en un acto al que asistió el excelentísimo embajador de Japón en México, el señor Yasushi Takase, quien explicó que éste es un esfuerzo de su nación por aportar a la educación en nuestro país.

“Japón y México tenemos cooperación técnica en amplios temas y el sector salud es uno de los más importantes, porque eleva el bienestar social. En este contexto es motivo de alegría hacer la entrega de desfibriladores. Manifiesto mi respeto a todos los que trabajaron en este proyecto y sobre todo a la UNAM”, dijo el funcionario japonés.

A su vez, el doctor Fajardo Dolci agradeció el interés del pueblo nipón, representado por el excelentísimo embajador, en los avances de la Medicina en México, ya que las enfermedades cardiovasculares son la causa número uno de muerte para nosotros.

“La relación de ambos países tiene mucho tiempo y está basada en una cuestión comercial; hasta hace unos años había más de mil empresas japonesas, esto nos habla, a pesar de la distancia, de la relación tan importante que existe. Deseo que este evento sea el principio de una relación académica, porque entendemos que esta entrega de desfibriladores debe ir acompañada de capacitación para que exista un cambio en la salud”, expresó.

El proyecto está enfocado en el uso de recursos educativos para la reanimación cardiopulmonar y está liderado por el Departamento de Integración de Ciencias Médicas de la

FM, a cargo de la doctora Sara Morales López, con el apoyo de JICA y Nihon Kohden. La meta es evaluar e implementar el protocolo en diferentes áreas de la Facultad, con la visión de seguir propiciando su desarrollo en distintos sectores.

El uso del desfibrilador ofrece una mayor oportunidad de sobrevivir, pues de atenderse en el primer minuto un paro cardiorrespiratorio la probabilidad de vivir es de 90 por ciento, en tanto, a los nueve minutos de haber ocurrido el evento la posibilidad de vida es de uno por cada 10.

Esta entrega de desfibriladores cobra relevancia en un escenario en el que ocurren 75 mil infartos en el mundo al año, de ellos el 70 por ciento suceden fuera de un hospital; además, este mal provoca el 54 por ciento de la totalidad de las muertes en México.