Aunque el nado con aletas no es tan conocido como otras disciplinas, Daniela Fortuna Camacho lo practica desde los 12 años. La natación tradicional fue la base para comenzar a desarrollar sus habilidades en esa modalidad. Llegó a Ciudad Universitaria para comenzar a practicar lo que se convertiría en su hobby por gran parte de su vida, y para recolectar preseas en representación de la Facultad de Medicina y de la UNAM.

Las últimas cuatro medallas que han colgado de su cuello son: una de segundo lugar en un relevo con recorrido de dos kilómetros por participante a través de aguas abiertas en Chiapas; dos de tercer lugar, una en la prueba de endurance de 16×50 metros y otra en speed de 100 metros en el “VI Campeonato Panamericano de Apnea Indoor” de la Confederación Mundial de Actividades Subacuáticas Zona América, y la más importante, la de primer lugar en el Campeonato Nacional de Nado con Aletas y Actividades Subacuáticas 2018, organizado por la Federación Mexicana de Actividades Subacuáticas, en Chiapas.

“Sentí mucho orgullo representar a mi Universidad porque me preparé mucho para esa competencia. El estar ahí y haber ganado medallas, tanto con mi equipo como individualmente, fue una satisfacción bastante grande”, expresó la alumna de la Licenciatura en Fisioterapia.

Dos Juegos Panamericanos se incluyen en las competiciones a las que ha asistido, los cuales fortalecen su sueño de representar a México en los Juegos Olímpicos de 2024, cuando se prevé que el nado con aletas se incluya como deporte.

Durante su participación en los Juegos Universitarios 2017 consiguió cinco medallas. Sin embargo, no logró competir en pruebas grupales porque no había suficientes representantes de la Facultad, por eso exhorta a los estudiantes a integrarse y concursar con ella para traer más triunfos.

Daniela Fortuna planea seguir practicando este deporte y conjuntarlo con la carrera que estudia, desde la especialidad de “Ortopedia y Deporte”, pues asegura que ambos tienen estrecha relación, ya que “el nado con aletas es una actividad pesada que otorga mucha energía, implica demasiada fuerza y eso ayuda a la rehabilitación de pacientes”. Además, le sirve para relajarse y manejar de mejor manera la presión académica.

Sin importar las dificultades que significa compaginar su carrera con el nado, lo continúa practicando gracias a las facilidades que la UNAM le otorga, como el trámite de su credencial como deportista en la Dirección General del Deporte Universitario y las puertas abiertas de la Alberca Olímpica Universitaria, donde entrena hasta ocho horas a la semana.

 

Lili Wences y Víctor Valencia