La explanada roja hizo alusión a su nombre para dar la bienvenida al día en que se celebra el amor. Con un ambiente festivo y los sentimientos a flor de piel, los alumnos de la Facultad de Medicina y de otras instituciones jugaron, cantaron, concursaron en baile y se divirtieron mientras aprendían a amar sin género, a sus amigos, de forma responsable, con ética, desde el deporte o la neurociencia, y con perspectiva de género.

           Ese sentimiento, pintado de rojo, invadió la Facultad de Medicina el pasado 14 de febrero con la 4ª Muestra Educativa de la Salud y el Amor 2020. Los asistentes sintieron el amor desde distintas ramas del conocimiento, mientras nadaban en un mar de información que los representantes de las distintas áreas les ofrecían.

            Mientras una chamana, una sacerdotisa y una abogada casaban a las parejas, en los stands la gente se reunía para poner un preservativo en un muñeco inflable, demostrando sus conocimientos en planificación familiar y enfermedades de transmisión sexual; o bien, conocían sobre el sexting, relaciones no tóxicas, salud mental en el amor, sus mitos y realidades, reproducción en el espacio y reanimación cardiopulmonar con manos, entre otros.

            De fondo, la música que pasaba de Chayanne a Bad Bunny hacía cantar tanto a adultos como a las nuevas generaciones en este festejo de amor saludable, donde hubo corazones, besos, abrazos y un mural de Cupido.

            Una fiesta para los novios, amigos, compañeros de trabajo y familias que encontraron en la Facultad grandes sorpresas para compartir ese día; así como las parejas de la comunidad LGBTTTIQ+ y los nuevos amantes, que hallaron en esta fecha una oportunidad para demostrar sus sentimientos.

            El evento, organizado por la Coordinación de Servicios a la Comunidad, contó con la presencia de los departamentos académicos y la Secretaría de Enseñanza Clínica, Internado Médico y Servicio Social de la Licenciatura de Médico Cirujano, además de las licenciaturas en Ciencia Forense, Neurociencias y Fisioterapia, así como de grupos estudiantiles, del Programa de Prevención de Embarazo en Adolescentes, la Unidad de Movilidad Académica y Vinculación Interinstitucional, y la Secretaría Administrativa.

También, se unieron a esta celebración las Facultades de Estudios Superiores Zaragoza, y de Psicología, Odontología, así como las escuelas nacionales de Trabajo Social, y de Enfermería y Obstetricia, de la UNAM, el Museo Universitario Arte Contemporáneo; además, las universidades Westhill e Iberoamericana, la Escuela Militar de Enfermería de la Sedena y la Escuela de Enfermería Naval de la Secretaria de Marina, así como el Instituto Politécnico Nacional y la la Universidad Autónoma de la Ciudad de México.

Eric Ramírez

Una historia de amor

Fue en la clase de inglés en la que nos conocimos, para mí era el tercer día, para ella el primero, pues no se había presentado, llegó un poco tarde, así que cuando la vi me llamo la atención. Recuerdo que llegó con su uniforme, y tomó el primer asiento que vio, sin ver a nadie. Pasaron un par de días para hablar, era poco lo que conversábamos, ya que ambos somos algo tímidos. Sin embargo, algunas veces platicábamos por Whatsapp, pero no pasaba nada.

Después comenzamos a hablar más en el salón, yo soy muy inquieta, así que como las clases eran largas, lo molestaba un poco, ya que él no se enojaba y no perdía atención de la clase. Sin embargo, por diversas situaciones dejamos de vernos y los mensajes ya no eran constantes, quizá sólo un par de días al mes. Pero yo ya había notado que él me gustaba, pero no sabía si él sentía algo por mí y tampoco sabía cómo volver a hablar, y decidí invitarlo a una fiesta con mis amigas, pensé que diría que no, y en realidad fue un sí.

De ahí en adelante comenzamos a vernos más seguido, hablar un poco más y en el ambiente se respiraba más amor, así que después él me invitó a una fiesta con sus amigos. Fue por mí a mi casa y al llegar al lugar me tomó de la mano, de ahí hasta que terminó la fiesta no nos soltamos y compartíamos miradas cómplices cuando nos preguntaban dónde nos habíamos conocido. Después de esa reunión, ambos nos dimos cuenta que lo que sentíamos era mutuo, así que hablamos y pocos días después nos pedimos ser compañeros, amigos y novios, y ahora compartimos diversas historias. (Alejandra López y Mauricio Reyes)