El CoVID-19, o nuevo coronavirus 2019, ha sido la enfermedad más importante en el inicio de este año, por ello, cada sector especializado en la salud debe atender el problema. La Medicina Interna tiene un papel importante en la atención hospitalaria.

Dentro de este nivel de atención, al tener un paciente que cumpla con la definición operacional de un caso sospechoso, su atención integral, entre ello el tratamiento, se debe proporcionar en hospitales designados que cuenten con medidas de aislamiento y protección efectivas, donde se pueda limitar al máximo el riesgo de contagio.

Los posibles casos y los confirmados deben ser tratados en hospitales designados, que cuenten con la posibilidad de aislamiento y protección. Ésta será la clave de la Secretaría de Salud para contener el virus y verificar la calidad de sus instalaciones. Los casos críticos deberán ser admitidos inmediatamente a terapia intensiva”, explicó el doctor Luis Cárdenas Bravo, especialista del Servicio y Calidad en Enfermedades Infecciosas, durante la conferencia “Medicina interna y el virus CoVID-19”, coordinada por el doctor Francisco Zambrano Espíritu, primer pro-vocal en el Colegio de Medicina Interna de México.

Asimismo, reiteró que hasta el momento no existe evidencia de una posible cura, por lo que recomendó intervenir con medidas básicas y de soporte, como monitoreo de signos vitales, control de la fiebre, soporte nutricional y oxigenoterapia, así como considerar con especial cautela aquellos tratamientos que no han mostrado una tasa de efectividad alta, como las inhalaciones de alfa interferón atomizado.

Por su parte, el doctor Francisco Díaz Márquez, médico internista infectólogo y académico en la Universidad Autónoma de Aguascalientes, informó que los datos revelan una mayor presencia del coronavirus en adultos mayores y que hay una correlación con la inmunidad innata, lo que podría proteger a la población pediátrica menor de 9 años.

La inmunidad por recuerdo, se tarda más tiempo en dar una respuesta, entonces ayuda a que el impacto no sea mayor en los niños y puedan defenderse para desarrollar complicaciones. En tanto que los adultos, por ejemplo, de 80 años, seguramente tienen comorbilidad y enfermedades asociadas, por lo que es un organismo más desgastado biológicamente y es más vulnerable”.

Consideró que las redes sociales y las formas rápidas de comunicación han logrado que los especialistas se prevengan ante esta situación. Además, recomendó no perder la objetividad y orientar a los pacientes a que conserven la calma.

La doctora Diana Rojas Flores, médica infectóloga internista en el Centro Oncológico Internacional, recalcó que en esta enfermedad el factor epidemiológico de viaje es el más importante. “Ese sería el punto clave para empezar a hacer un diagnóstico diferencial entre el resto de las enfermedades virales. Los pacientes que inician un contacto con las personas infectadas tienen en promedio seis días antes de una posible hospitalización. Sugiero que si tienen casos sospechosos, revisen la historia clínica”, concluyó durante el Viernes Cultural.

Eric Ramírez