La mucormicosis, conocida como enfermedad del hongo negro, es una infección provocada por hongos microscópicos del orden Mucoral y género Rhizopus; estos hongos pueden crecer sobre alimentos que se encuentran en proceso de descomposición y liberar cientos de esporas que se dispersan en el aire, sin embargo, normalmente no son dañinos.

Los factores de riesgo más importantes para presentar esta infección son diabetes mellitus descompensada, cáncer, uso prolongado de esteroides, lesiones o quemaduras y uso de drogas intravenosas; la forma más frecuente de contraer la infección es por la inhalación de esporas, no obstante, se puede adquirir cuando las esporas se adhieren a heridas y quemaduras, o cuando ingresan al cuerpo mediante la ingesta de alimentos. Afecta principalmente piel, mucosas, músculo, cartílago y hueso, aunque la infección puede diseminarse a cualquier parte del cuerpo, al ser una micosis de rápida evolución puede tener una mortalidad de hasta el 90 por ciento.

“La mucormicosis no es una enfermedad de nueva adquisición, en México tenemos reportes de casos desde hace muchos años, sin embargo, tiene poca frecuencia y baja morbilidad”, informó la doctora Edith Sánchez Paredes, Académica de la Unidad de Micología del Departamento de Microbiología y Parasitología (UMDMP) de la Facultad de Medicina de la UNAM.

Asimismo, explicó que existen tres formas clínicas principales de esta enfermedad: la mucormicosis rinocerebral, la mucormicosis pulmonar y la mucormicosis gastrointestinal. La forma rinocerebral es la más común, cursa con edema facial unilateral, cefalea, congestión nasal, fiebre y lesiones negruzcas en nariz y paladar que se presentan por la formación de trombos y necrosis producidos por la predilección que tiene este hongo por los vasos sanguíneos, es por estas lesiones que se le conoce como la enfermedad del hongo negro.

Por otro lado, la mucormicosis pulmonar se presenta con tos, dolor de pecho y dificultad para respirar, mientras que en la mucormicosis gastrointestinal hay dolor abdominal, náuseas, vómito y hemorragias en tubo digestivo.

En la conferencia de prensa organizada por la Facultad de Medicina en conjunto con la Dirección General de Comunicación Social de la UNAM, la doctora Laura Rosio Castañón Olivares, Académica de la UMDMP, explicó que el diagnóstico es relativamente sencillo y se realiza mediante análisis de flemas, fragmentos de tejido o exudados de las úlceras para observarlos microscópicamente, ya que el hongo tiene hifas no septadas. También se pueden hacer cultivos en los que normalmente se observan colonias de aspecto algodonoso color blanco-grisáceo; el tratamiento consiste en atender los problemas clínicos que predisponen a desarrollar esta infección, administrar anfotericina B asociada a fluconazol y hacer debridación quirúrgica.

Destacó que esta infección cobró relevancia debido al aumento de casos en la India, el impacto visual de las lesiones y la alta mortalidad que produce, sin embargo, existen otras micosis que se presentan con mayor frecuencia en los enfermos de COVID-19, tal es el caso de la candidosis y la aspergilosis.

Ricardo Ambrosio