Consumir infusiones de plantas medicinales al mismo tiempo que un tratamiento farmacológico puede incidir en un menor efecto de algunos medicamentos en los pacientes, indicó la doctora Rosa Ventura Martínez, académica del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UNAM, quien estudia los efectos de algunas plantas mexicanas utilizadas en la Medicina tradicional y sus interacciones con fármacos conocidos.

En la actualidad, su investigación se centra en estudiar algunas plantas útiles en el tratamiento del dolor, específicamente la Tilia americana, en su variedad mexicana, y su interacción con el diclofenaco, uno de los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos más utilizado a nivel clínico en el sector salud, ya que es económico y muy eficaz contra varios tipos de dolor, pero debido al daño gastrointestinal que puede ocasionar no se utiliza durante largos periodos de tiempo.

Tenemos ya algunos resultados interesantes; éstos indican que esta interacción no es tan apropiada como suponíamos, ya que hemos observado una disminución en el efecto del analgésico en lugar y  incremento.

Afirmó que esto es más sorprendente e importante que si hubieran encontrado una interacción benéfica, “porque, en el caso de que se dé esta última, si los pacientes usan un tratamiento alternativo y uno recomendado por un médico, y ambos contribuyen a un mayor alivio a su dolor, no hay problema, pero si el efecto del fármaco prescrito por el médico es revertido, es un hallazgo muy relevante porque los pacientes que están tomando dos cosas al mismo tiempo, y no lo informan a su médico, pueden considerar que el medicamento no sirve y dejar de consumirlo”.

Aunque todavía no tienen resultados concluyentes, señaló que están tratando de averiguar cuál de todos los componentes que tiene esta planta es el que está interaccionando de manera negativa con el medicamento.

«Se piensa que si bien los productos naturales no benefician, tampoco hacen mal, pero los nuevos estudios científicos en diversas plantas han evidenciado que esto no es tan cierto. Sabemos que hay plantas que tienen efectos adversos o pueden tener interacciones y no necesariamente benéficas.»

Los estudios comenzaron en 2015 a nivel preclínico con ratones, donde se ha observado que el grupo al que se le administra el diclofenaco tiene menos respuestas dolorosas, mientras que al grupo que se le administra tanto el fármaco como el extracto de la planta en estudio registra un aumento en las mismas.

Esta investigación también busca proporcionar un sustento científico de los efectos de la Tilia americana sobre el dolor, lo que permitiría hacer recomendaciones a la población para su uso en la Medicina tradicional: “No sólo que la información se quede con nosotros, sino que permee a quienes la practican, que tienen conocimientos muy valiosos, a veces muy empíricos. Pero también es una alerta para que los médicos estén atentos y conscientes de que los pacientes no sólo usan fármacos, sino también extractos y/o infusiones de plantas medicinales; así como suplementos alimenticios; en la medida de que tengan más conocimiento de las posibles interacciones, le darán más importancia a esta información”.

El proyecto se desarrolla en conjunto con la doctora María Eva González Trujano del Instituto Nacional de Psiquiatría “Ramón de la Fuente Muñiz”, quien proporciona los extractos de la planta y evalúa otros efectos farmacológicos.

La doctora Ventura Martínez adelantó que podrían estudiar las interacciones de algunas otras plantas con el ketorolaco y el acetaminofén, ya que son otros de los analgésicos antiinflamatorios no esteroideos muy utilizados a nivel clínico.

Lili Wences