En el Seminario Permanente “La epidemia de enfermedades crónicas no transmisibles en México”, organizado por el Departamento de Salud Pública, recordó que, en 2016, “la Secretaría de Salud emitió por primera vez una alerta epidemiológica para enfermedades no infecciosas, la diabetes y el sobrepeso”.
Las causas son multifactoriales, refirió, entre ellas están la falta de actividad física y la genética, pero otras trascendentales son la pobreza y la pobreza extrema en la que viven el 43.6 y 7.6 por ciento de la población, respectivamente (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2016), así como la mala alimentación, en donde la publicidad y la desinformación influyen.
Expertos en la materia -y otros miembros de la sociedad civil- han pugnado por un etiquetado de fácil lectura para todos. En el artículo “Sistema de etiquetado frontal de alimentos y bebidas para México: una estrategia para la toma de decisiones saludables”, publicado en la Revista de Salud Pública (agosto 2018), se propone que el etiquetado sea claro y parta de un sustento científico y sin conflictos de interés; además que se base en datos de instituciones de alta credibilidad y no de empresas.
Por su parte, la química en alimentos Ana Berenice de la Barrera Avilés, responsable del Subprograma de Apoyo a la Docencia en Alimentos del PUAL, indicó que la Norma Oficial Mexicana 051 brinda las especificaciones generales para etiquetado de productos envasados y bebidas no alcohólicas. “De manera obligatoria, debe tener la tabla nutrimental, con el contenido energético en kilocalorías o kilojoules, la cantidad de proteínas por gramos, la cantidad de hidratos de carbono, grasas saturadas, sodio y cualquier otro nutrimento que se considere importante”, señaló.
Sin embargo, esto no es suficiente para una población que no sabe cuántas calorías debe consumir, y los porcentajes que presentan algunos productos están basados en las Guías Diarias de Alimentación, creadas por las mismas empresas, las cuales parten de una dieta de 2 mil calorías diarias, cuando el Instituto Mexicano del Seguro Social estima que las mujeres sanas deben consumir entre mil 600 y mil 800 calorías, y los hombres entre mil 800 y 2 mil.
Mariana Montiel