“Si queremos tener adultos sanos hay que tener niños sanos, y para ello necesitamos tener padres sanos”, explicó la MNC Daffne Baldwin Monroy, adscrita al Instituto Nacional de Pediatría, dentro del curso “Nutrición y Desarrollo infantil”, organizado por el Departamento de Fisiología de la Facultad de Medicina y la Fundación para la Acidosis Tubular Renal Infantil Mexicana, AC.

La especialista advirtió que la salud infantil no sólo es responsabilidad de la madre durante la gestación, ya que la nutrición preconcepcional de ambos padres es un factor crucial en el desarrollo, por lo que todos los adultos en edad reproductiva deben consumir acido fólico aunque no planeen tener un embarazo a corto plazo.

Agregó que la epigenética, el entorno y la nutrición son los tres factores que influyen en el neurodesarrollo, y es justamente en esta última en la que  se puede influir. Por ello, recomienda realizar estrategias para mejorarla, tales como la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses y complementaria hasta los dos años o más, la alimentación complementaria óptima y un aporte adecuado de macro y micro nutrimentos.

Explicó que la lactancia materna se tiene que promover brindado educación a las mamás.  Además  recalcó que es importante hacer una transición a texturas e introducir alimentos de origen animal, como la carne y el huevo, para contribuir con su óptimo desarrollo a partir de los seis meses de edad, lo que además disminuye el riesgo de adquirir alergias en la edad adulta.

Samedi Aguirre