Desde el segundo año de la carrera, Emmanuel Tapia López tenía el plan de realizar un intercambio académico para desarrollar sus habilidades en otro idioma, por lo que dedicó gran parte de su tiempo a aprender inglés para conseguir la certificación internacional que se pedía como requisito.

En septiembre y octubre de 2018, durante el Internado, tuvo la oportunidad de hacer una estancia de 11 semanas en la Universidad de Minnesota, pionera en establecer un modelo que incluía la investigación y la impartición de la enseñanza en la formación de los residentes, lo que cambió el sistema en Estados Unidos de América.

“Fue genial lo que aprendí”, asegura el alumno de la Licenciatura de Médico Cirujano, quien rotó en los departamentos de Hematología y Gastroenterología y pudo convivir con médicos de países como Corea, China, Francia, India, Italia, Nigeria y Somalia. “Me sirvió mucho como crecimiento en cuanto al idioma y lo médico, pues traté casos de pacientes en los que me sentía menos preparado y eso me obligaba a investigar, reforzando mis conocimientos”, señala.

También le gustó el sistema de la Universidad, donde uno de los requisitos es que los estudiantes de Medicina tienen que contar con otra licenciatura. Además, desde los primeros años de formación hacen notas en expedientes electrónicos, las cuales son revisadas por un supervisor que corrige o acompaña al estudiante a ver al paciente y analizan juntos el caso.

Emmanuel no sólo destaca en lo académico, también ha representado a la UNAM en la Universiada Regional de Atletismo, por lo que durante su estancia tuvo la oportunidad de unirse a un club de corredores, lo que le permitió hacer buenos amigos con quienes mantiene comunicación y le envían información sobre cursos o posibles oportunidades de trabajo al concluir la carrera.

“Esta experiencia cambió mi visión personal y profesional; me di cuenta que tengo más opciones que me pueden abrir las puertas y relacionarme en otras áreas o idiomas, estudiar en el extranjero, regresar y hacer investigación, o cursar una maestría”, señala Emmanuel, quien está por iniciar su Servicio Social en la Unidad de Insuficiencia Cardiaca del Instituto Nacional de Cardiología “Ignacio Chávez”.

Recuerda que pese a su preparación en el inglés, expresarse en ese idioma fue una barrera al principio, aunado a las contracciones que utilizan para nombrar a las enfermedades. Sin embargo, su disposición, la interacción que tenía con los pacientes y sus deseos de aprender, le permitieron obtener mejores notas conforme pasó el tiempo, lo que fue reconocido por especialistas, quienes destacaban su formación recibida en la UNAM.

Finalmente, recomendó a sus compañeros acercarse a la Unidad MAVI para que conozcan los programas que hay y vivan esta experiencia, pues les permitirá conocer otras culturas, otras formas de hacer Medicina y abrir sus horizontes personales y profesionales.

Lili Wences