En agradecimiento a sus más de 30 años de trayectoria en el Departamento de Salud Pública y a su gran integridad como profesional y como ser humano, la Facultad de Medicina realizó un homenaje póstumo al doctor Primo Sandoval Aguilar, quien fungió como docente, investigación y divulgador.
El doctor Germán Fajardo Dolci, director de esta entidad académica, subrayó: “hoy nos reunimos para recordar, reconocer y agradecer el camino de un universitario, médico y profesor ejemplar, quien hace unas semanas lamentablemente falleció”.
Por su parte, la doctora Ana María Carrillo Farga, académica del Departamento de Salud Pública, mencionó las aportaciones que el doctor Sandoval Aguilar hizo fuera y dentro de la Facultad. Fue médico cirujano y realizó estudios de posgrado en Sociología en la UNAM, se caracterizó por su inclinación hacía los aspectos sociales del proceso salud, enfermedad y atención. En lo que se refiere a la investigación, elaboró trabajos como La práctica educativa en el aula, en colaboración con un grupo de profesores de ese Departamento.
“Fue un académico comprometido con su país, las causas sociales, las instituciones, la UNAM y con sus alumnos; su enseñanza despertaba ideas, promovía reflexiones y hacía aflorar valores”, puntualizó la doctora Carrillo Farga.
La maestra Clara Urbina Cedillo, esposa del doctor Sandoval, habló sobre cómo era su relación personal y de compañeros de trabajo. “Me siento una mujer muy afortunada por haber sido una causa de su pasión y amor. Siempre le dije que si publicaba todos los versos y cartas que me había escrito íbamos a salir de pobres. No quiso, ni hablar”.
Por otro lado, su hermano, Humberto Sandoval Aguilar compartió anécdotas de su infancia y cómo fue crecer con él. “Con gran esfuerzo y sacrificio nuestros padres se ocuparon de darnos una educación católica. Cuando a Primo le estaban enseñando el abecedario, le dejaban que escribiera las letras con tiritas de plastilina en unas pequeñas tablas de madera, mi abuela, mi madre o yo, le ayudábamos a cortar las maderas para que él pudiera hacer la tarea”.
Del mismo modo, el doctor Julián Alcalá Ramírez, académico de la Facultad y amigo del doctor Sandoval, señaló: “Agradezco el tiempo que compartimos. Primo era un hombre de pocas palabras, desprendido, su sola presencia aliviaba, era muy divertido y travieso. Mientras nosotros lo recordemos de corazón, él no se va a ir, seguirá viviendo”.
Asimismo, la doctora Grisel González Esnaurrizar, exalumna, recordó que no sólo fue un profesor, sino un gran amigo, una persona con la que siempre pudo contar. Alguien que se volvió parte de su familia.
También la doctora Guadalupe García de la Torre, jefa del Departamento de Salud Pública, agradeció la asistencia de amigos, familiares, alumnos y compañeros. “Después de estas sentidas palabras de cada uno de los que hemos estado aquí, nos queda una sensación de calidez y de bienestar, que es precisamente la sensación que Primo sabía cómo despertar en nosotros”, finalizó.
Samantha Cedeño