En la obra teatral “Principio de autonomía”, seis estudiantes de Medicina interpretan dos casos médicos complejos. Ambos sobre cómo los papás pretenden que sus hijos donen partes de su cuerpo u órganos, sin su consentimiento, o en su defecto, desconocimiento de lo que esto significa. Hacerlo o no, puede significar muerte para el donante o el receptor. Aquí es donde inicia el problema.
Al respecto, la doctora Jennifer Hincapie Sanchez, coordinadora del Programa Institucional de Ética y Bioética FACMED, explicó a la Generación 2020 el contexto del problema y cuáles son los derechos de cada persona sobre su cuerpo. “El principio bioético de autonomía nos exige hacer la reflexión en torno a los pacientes que puedan tomar sus decisiones informadas, que sigan su plan de vida, es decir, los pacientes están en su derecho de tomar o no, un tratamiento. Y nosotros como personal de salud estamos en la obligación de respetar”, aseguró.
En tanto, los alumnos recién llegados, ávidos de conocimiento y protagonismo, levantaron la mano para dar una posible solución a los dos casos médicos complejos. Todos ofrecieron argumentos convincentes, algunos desde las leyes, otros conforme a la ética profesional, y unos más se aventuraron a hablar de los principios y dignidad de las personas.
Por su parte, los estudiantes más avanzados en la carrera, orgullosos de las respuestas dadas, creen que ésta será una generación muy racional, que se guía por argumentos más que por sentimientos y así lo demostraron en este ejercicio.